La Familai real Británica ha querido rendir homenaje a las familias más desfavorecidas en una gran fiesta celebrada en Londres, en el Palacio Real.
El Buckingham Palace se ha convertido en el escenario perfecto para celebrar una fiesta solidaria de la mano de Kate Middleton, el Príncipe Guillermo y su hermano el Príncipe Harry, quienes se han reunido para acoger a niños refugiados y rendirles homenaje. Al gran encuentro han asistido en total 850 niños cuyas vidas no son del todo favorables. La Duquesa de Cambridge asistió muy elegante, con un vestido en color beige ajustado a la cintura y formado por dos piezas, la parte superior con calados. Diseñado por la marca de moda francesa Chloe, destacó por su sencillez y toque primaveral.
El 'trío' Real se divirtió en todo momento y hubo tiempo para regalarse sonrisas entre el feliz matrimonio, e incluso para intercambiar comentarios cómplices entre Middleton y su cuñado, con quien parece que mantiene buena relación. No solo charlaron con muchos de los asistentes, sino que además pudieron jugar con algunos de los niños y niñas. Con un plato y palo, el Príncipe Harry consiguió entretener a algunas familias que se situaron alrededor de él. Entre otros, se unió a la viuda y el hijo de seis años del fusilado Lee Rigby, que murió en 2013. Atentos a los más débiles
Los Duques y el Príncipe organizaron dicho evento con la intención de dar la oportunidad a dichas familias de contar su historia para honrarlas y recordarlas. Un comunicado oficial de Kensington Palace decía: "Sus altezas reales han organizado el evento como una manera de reconocer y honrar el hecho de que un número de niños pequeños hayan tenido que aceptar la pérdida de alguien muy cercano a ellos a una edad joven", y continuaba: "El Duque , la Duquesa y el Príncipe Harry esperan que el evento proporcione una oportunidad para que estos niños amplíen sus redes de apoyo entre otras familias con experiencias similares".
"Estamos aquí para homenajearos", dijo el Príncipe Harry durante un emotivo discurso, que se dirigía a los niños que tenían que lidiar con sus trágicas pérdidas: "Puedo asegurarles que los jardines del Palacio de Buckingham no han visto tanta diversión nunca".