Los Duques de Cambridge continúan con una visita en Canadá que se prolongará hasta el 8 de julio en el que supone el primer viaje oficial de la pareja desde que contrajeron matrimonio el pasado 29 de abril en Londres.
Las últimas actividades de Guillermo y Catalina les han llevado a la provincia de Québec, donde disfrutaron de una agradable y divertida jornada aprendiendo repostería en Montreal, para después desplazarse a la ciudad de Québec, donde llegaron a bordo de una fragata.
Allí la real pareja tuvo que hacer frente a las protestas antimonárquicas que se encontraron, y que según EFE se trató de 200 personas, quienes profirieron gritos contra la monarquía, como ya sucedió hace dos años, cuando el Príncipe de Gales visitó la provincia francófona de Canadá.
Guillermo y Catalina, estrellas del Día Nacional de Canadá
Antes de desembarcar en Québec, el Príncipe Guillermo y la Duquesa Catalina se despidieron de Ottawa, primera parada de su viaje, plantando un árbol en la capital de Canadá como símbolo de su eterno 'amor y matrimonio'.
Además, los que algún día serán reyes de Inglaterra pasearon por los jardines del Rideau Hall, residencia oficial del Gobernador General de Canadá que está situada a las afueras de Ottawa, ciudad en la que festejaron el Día Nacional del país y donde la pareja brilló con luz propia, sobre todo Catalina, que en la noche del 1 de julio lució un espectacular traje violeta que embellecía aún más a la regia consorte y al que aportó un broche con la hoja que se encuentra en la bandera canadiense.
Posteriormente se desplazaron a Prince Edward Island, donde sintieron muy cerca el calor del pueblo, que no dudó en ofrecerlas diversas muestras de cariño en este primer viaje oficial de los Duques de Cambridge.