El Príncipe Felipe acompañó a la Reina Isabel en una recepción en la Orden del Mérito un día después del nacimiento de su octavo bisnieto.
No es habitual ver en público al Duque de Edimburgo desde que en agosto de 2017 se retirara de los actos oficiales con nada más y nada menos que 96 años. A partir de ese momento se retiró a Norfolk, alternando su estancia allí con temporadas en Windsor, ya que si se hubiera quedado en Buckingham Palace le hubiera costado mantenerse al margen de la vida oficial.
Más allá de en las últimas bodas familiares y poco más, no se ha visto al Príncipe Felipe, que pese a que en junio de 2019 cumple 98 años, sigue estando bien de salud, como se ha podido ver el martes 7 de mayo de 2019 en Windsor Castle, donde ha asistido a una recepción acompañado de la Reina Isabel.La pareja real ha recibido a los Miembros de la Orden del Mérito, creada en 1902 por el Rey Eduardo VII, bisabuelo de Isabel II. Las personas que forman parte de ella son elegidas por la Monarca por sobresalir en las artes, ciencias, conocimiento o servicio público. El Príncipe Felipe es la persona de mayor rango que la ostenta, y quizás por eso ha querido asistir a este acto.
La recepción ha sido muy especial para ambos, ya que es su primera aparición oficial desde el nacimiento del que es su octavo bisnieto, el primogénito del Príncipe Harry y Meghan Markle, nacido el lunes 6 de mayo de 2019 a las 05:26 horas. Ambos fueron felicitados por el acontecimiento, y al ser preguntada por cuántos bisnietos tenía ya, la Reina contestó que ocho. Cuatro son los nietos del Príncipe de Gales y cuatro las nietas de la Princesa Real. El Duque de York todavía no es abuelo, aunque es probable que lo sea pronto, mientras que al Príncipe Eduardo le quedan largos años hasta que sus vástagos le den nietos.El Duque de Edimburgo, de vuelta tras su accidente
Además, es la primera aparición oficial del Príncipe Felipe desde el accidente que provocó en las inmediaciones de Sandringham. El 17 de enero de 2019 el Duque de Edimburgo fue el causante de un choque con otro vehículo en el que viajaban dos mujeres y un bebé. Pese a que fue aparatoso, no hubo que lamentar grandes daños personales, aunque la imagen del consorte real quedó muy dañada.
Finalmente tuvo que enviar sus disculpas a las mujeres afectadas y renunciar a su permiso de conducir, algo que tenía que haber hecho muchos años atrás, ya que no tiene sentido que una persona de casi 100 años siga manejando el volante. Afortunadamente las aguas volvieron a su cauce y ahora el Príncipe Felipe sigue disfrutando de un retiro dorado que ha interrumpido por unas horas.