La Reina Isabel y el Duque de Edimburgo se reunieron en Windsor Castle en marzo de 2020 para afrontar juntos el confinamiento. Allí estuvieron protegidos por la HMS Bubble hasta que a principios de agosto de 2020 se trasladaron a Balmoral, donde recibieron la visita de varios miembros de la Familia Real Británica.
La Casa Real Británica anunció que la Monarca y el Príncipe Felipe se marcharían a mediados de septiembre a Sandringham para pasar dos semanas en una estancia denominada como privada. Se produciría entonces la separación después de haber pasado más tiempo juntos seguido que en todo su largo matrimonio. En octubre, la Reina Isabel se marcha a Windsor Castle, desde donde viajaría a Buckingham Palace para atender compromisos oficiales y así volver a utilizar su residencia oficial como centro de trabajo. Mientras tanto, el Duque de Edimburgo podría retirarse a Wood Farm, residencia de los terrenos de Sandringham que convirtió en su hogar tras abandonar los actos oficiales en agosto de 2017.
La imposibilidad de crear dos burbujas
Sus deseos no van a ser órdenes. De acuerdo con The Sun, el Príncipe Felipe está siendo presionado para que en octubre de 2020 viaje con la Reina a Windsor Castle. El motivo es que no hay personal suficiente para crear dos burbujas distintas para proteger a la pareja real por separado. Además, se señala que tiene más sentido que estén juntos.
Para la Reina Isabel puede no ser un problema porque va a ir donde tiene que ir, sin embargo, el Príncipe Felipe está molesto. No quería ir a Balmoral y tampoco quiere volver a Windsor, donde ya pasó casi 5 meses durante el confinamiento. Su deseo es quedarse tranquilamente en Wood Farm, donde se ha adaptado la residencia a sus necesidades y está muy a gusto, pero no parece que pueda ser posible porque la obligación de la Casa Real Británica es mantener a salvo a la Reina Isabel y al Duque de Edimburgo.
La HMS Bubble fue creada por Tony Johnstone-Burt para proteger a la Monarca y el Príncipe Felipe. Para ello, se necesitan 24 empleados que trabajen en dos equipos de 12 personas. Tienen un turno seguido de tres semanas y descansan otras tres en las que se pueden ir a sus casas. La última semana libre tienen que pasarla en aislamiento y pasar una prueba que dé negativo. Si todo está en orden, vuelven a su turno y así sucesivamente. De este modo, montar otra HMS Bubble es complicado y es probable que el Duque de Edimburgo tenga que adaptarse.