Una infección y un problema cardíaco
El Duque de Edimburgo ingresó en el King Edward VII's Hospital de Londres el 16 de febrero de 2021. La Casa Real Británica no tardó en informar sobre el internamiento del consorte, pero sí esperó una semana antes de comunicar que estaba siendo tratado de una infección. En ese momento no se especificó más, aunque se quiso dejar claro que el Duque de Edimburgo se encontraba relativamente bien y con buen humor, quitando hierro a las especulaciones sobre la gravedad de su condición.
Las alarmas saltaron no solo por el ingreso en sí, sino porque a los 4 días de internamiento, el Príncipe Felipe recibió la primera y única visita familiar. El Príncipe Carlos recorrió los 160 kilómetros de distancia que separan Highgrove del King Edward VII's Hospital para reunirse con su padre durante media hora. Que hiciera un viaje tan largo y en plenas restricciones dio pábulo a las rumores sobre un empeoramiento del estado de salud del Duque de Edimburgo.
Además de los comunicados oficiales, que tampoco han sido demasiados, tres miembros de la Familia Real Británica han ofrecido información sobre la salud del Duque de Edimburgo. El primero en hacerlo fue el Príncipe Guillermo, que declaró que el Príncipe Felipe estaba bien y que le estaban vigilando en el hospital. Más tarde fue el Príncipe Eduardo, que manifestó su padre mejoraba y que la Familia Real Británica cruzaba los dedos para que siguiera así.
Horas antes de que Buckingham Palace revelara la intervención, Camilla Parker visitó la iglesia de St Paul de Croydon, que se está utilizando como centro de vacunación. Allí comentó que el Príncipe Felipe estaba mejorando ligeramente, pero que su tratamiento era doloroso en algunos momentos, lo que denotaba que el Duque de Edimburgo no estaba demasiado bien. Al igual que el Conde de Wessex, comentó que seguían cruzando los dedos esperando una pronta recuperación.