Los dañinos rumores sobre el fallecimiento del Príncipe Felipe han tenido que ser desmentidos.
La salud del Duque de Edimburgo es delicada. A pesar de haber llegado casi al siglo en buena forma, al menos teniendo en cuenta su avanzada edad, su declive se hizo evidente cuando fue ingresado en el King Edward VII Hospital en Londres en diciembre de 2019. Desesperado por volver a Sandringham, recibió el alta a tiempo para celebrar esa Navidad con la Familia Real Británica.Desde entonces permanece recluido en Sandringham, donde si antes apenas salía, menos lo hace desde que se ha desatado la crisis por el coronavirus. El Príncipe Felipe no solo es grupo de riesgo por su avanzada edad, sino que se encuentra débil. Eso no quiere decir que haya enfermado, y menos que haya muerto.
Ante los rumores infundados que se propagaron sobre el deceso del Duque de Edimburgo, fuentes de Buckingham Palace lo han negado y han asegurado que su estado de salud es bueno, o al menos se encuentra bastante bien a pesar de los achaques que tiene que enfrentar en el tramo final de su vida.La Reina Isabel, de Buckingham a Windsor
Se entiende que se encuentra solo más allá de las personas que le atienden en Sandringham. Los miembros de Familia Real Británica permanecen en sus respectivas residencias, siendo Isabel II la que más se ha movido en estos días.
En un primer momento se anunció que la Reina se marchaba a Windsor Castle para pasar allí la crisis del coronavirus. Sin embargo, la Reina Isabel volvió a Buckingham Palace para recibir audiencias. Ante el agravamiento de la emergencia sanitaria se decidió que lo más prudente era que la nonagenaria Monarca debía regresar al Castillo de Windsor, donde pasará más tiempo de lo habitual. Allí puede permanecer aislada hasta que pase lo peor de esta emergencia sanitaria.