La Reina ha utilizado su nuevo libro para hablar abiertamente sobre algunos de los aspectos más íntimos de su vida.
La Reina Silvia de Suecia suele ser muy cauta con sus declaraciones y en rara ocasión suele dar detalles sobre su vida personal e íntima. Sin embargo, en la publicación del último libro sobre su vida, 'Reina Silvia de Suecia: Mi vida para los niños - una conversación', la Reina se ha mostrado mucho más abierta a contar aspectos nunca conocidos sobre su vida y sobre su familia.
Gran parte de las páginas del libro se centran en sus padres, Walther Sommerlath y Alice Soares de Toledo, cuyo matrimonio duró hasta 1990, año en el que falleció el padre de la Reina Silvia. Tal y como ha contado la propia Silvia de Suecia, la pareja se conoció en unas circunstancias curiosas durante un suceso nada agradable, pero que permitió que ambos comenzaran una duradera relación.Fue en 1920 cuando Walther Sommerlath, padre de la Reina Silvia, emigró a Brasil, un amigo, según las páginas del libro de la Reina, le había hablado de las maravillas del país, tanto de la belleza de la naturaleza como de las chicas naturales de Brasil, donde podía y debía conocer a su esposa. Así, el padre de Silvia de Suecia se marchó para comenzar una nueva vida que acabó consiguiendo.
Ya en Brasil, salió a caminar un día por Copacabana, llegando hasta una de las playas donde observó una escena que estaba ocurriendo dentro del agua. "De repente vino una ola enorme y se llevó a un niño y a su niñera. Mi padre saltó al agua y salvó al niño", cuenta la Reina hablando del acto que realizó su padre. Así, continúa hablando de cómo sucedió todo: "Una mujer sostenía el otro brazo del niño. Ella también había salvado al niño. Así fue como se conocieron, mi madre y mi padre".Formaron una gran familia
A pesar de que fue una situación dramática, tal y como la cuenta Silvia de Suecia, el destino quiso que ese día se conocieran y, así, comenzaron una relación a la que pusieron el broche de oro el 10 de diciembre de 1925, celebrando su boda en Santa Cecília, Sao Paulo. Como resultado de su larga y consolidada relación, el matrimonio tuvo cuatro hijos, Ralf, Walther, Hans y Silvia.