La Duquesa de Cambridge ha estado embarazada tres veces y en las tres ocasiones ha sufrido esta dolencia.
Para muchas mujeres, estar embarazada es una bendición, para otras no es el estado ideal, pero lo van sobrellevando, mientras que hay otras que sufren una auténtica pesadilla cuando se quedan encintas. La Reina Letizia tuvo dos embarazos y los dos fueron malos, pero quien se lleva la palma es la Duquesa de Cambridge, afectada en sus tres gestaciones con una enfermedad llamada Hiperémesis gravídica, que ha sido la culpable de que se hayan tenido que adelantar los comunicados. Las Casas Reales tienen como norma esperar a que pase el primer trimestre de la gestación para anunciar que habrá un bebé en medio año, pero Kensington Palace ha tenido que adelantarlo debido a que no podía ocultarse el estado de Kate Middleton por más tiempo.
En diciembre de 2012, la esposa del Príncipe Guillermo tuvo que ser ingresada en el hospital King Edward VII de Londres a causa de esta dolencia. Es lógico que una mujer en estado de gestación sufra mareos, náuseas y vómitos, sobre todo en el primer trimestre. Esto deja de ser normal cuando todos estos síntomas son severos y expulsa todo lo que come y lo que bebe, pudiendo deshidratarse, perder peso y sentir debilidad, lo que también afecta al feto. Todo esto llevó a la Duquesa de Cambridge al centro médico, donde por cierto se produjo un suceso lamentable cuando dos locutores australianos engañaron a una enfermera del hospital haciéndose pasar por la Reina y el Príncipe de Gales para conocer el estado de salud de la embarazada. El escándalo llevó a la mujer a suicidarse.
Al margen de esta tragedia, Kate Middleton logró sobreponerse y salió del centro médico recuperada y con buen aspecto. Siguió padeciendo esta dolencia pasado el primer trimestre, y aunque canceló actos al no poder llevar una vida totalmente normal, la Hiperémesis gravídica no fue tan fuerte como al principio de la gestación del Príncipe Jorge, al que dio a luz el 22 de julio de 2013 en el Hospital St Mary de Londres. Al cuidado de sus padres
Cuando se quedó embarazada por segunda vez, quizás Kate Middleton pensó que iba a librarse, pero nada más lejos de la realidad. Era septiembre de 2014 y no había pasado ni un mes desde que se había quedado encinta cuando Kensington Palace tuvo que comunicar que los Duques de Cambridge estaban esperando su segundo hijo. La razón una vez más fue la Hiperémesis gravídica que volvió a golpear su cuerpo.
La Duquesa de Cambridge se vio obligada a cancelar su visita oficial a Malta para conmemorar el 50 aniversario de la independencia del país del Imperio Británico. Era muy importante para ella porque se trataba de su primer viaje oficial al extranjero en solitario, pero sus molestias se incrementaron y tuvo que quedarse en palacio muy a su pesar.
El mes de octubre fue tan duro para ella, que se vio obligada a cancelar más actos y se instaló en casa de sus padres en Buckleberry. Al cuidado de Michael y Carole Middleton fue mejorando, y mientras avanzaba su estado de gestación, se fue sintiendo mejor hasta que retomó su agenda oficial. Finalmente, la Princesa Carlota nació el 2 de mayo de 2015.
A por el tercero
Hay quien pensaba que después de tener dos hijos y con la sucesión asegurada, los Duques de Cambridge se iban a plantar pensando en lo mal que lo había pasado Kate Middleton. Sin embargo, todo indicaba que se acercaba un tercer embarazo y así ha sido. El pasado lunes 4 de septiembre Kensington Royal comunicó que la pareja real iba a tener un tercer hijo.
Una vez más ha hecho su aparición la Hiperémesis gravídica y tuvo que cancelar un acto, como añadió el anuncio real: "Como sucedió en sus primeros dos embarazos, la Duquesa de Cambridge sufre Hiperémesis gravídica, por lo que no asistirá al compromiso que tenía en el Hornsey Road Children's Centre en Londres". Finalmente se añadía que estaba siendo tratada en el Palacio de Kensington