Christina Oxenberg, hija de Isabel de Yugoslavia y prima lejana de la Reina Sofía, es una escritora y diseñadora que ha saltado al foco mediático al destaparse que trabaja con el FBI en el caso Epstein, escándalo que se ha relacionado con el Príncipe Andrés de York, también familiar lejano de Oxenberg. Su intención es conseguir justicia para las víctimas de Jeffrey Epstein y limpiar el nombre de su pariente, quien considera que fue engañado.
Epstein es un financiero estadounidense acusado de delitos de tráfico sexual de menores, que falleció en su celda en agosto de 2019 mientras esperaba a ser condenado. Este caso toca de lleno la sensibilidad de Christina Oxenberg, ya que vivió un episodio similar en su familia: su sobrina India e hija de la actriz de 'Dinastía', Catherine Oxenberg, fue captada por una secta denominada Nxvim. Los líderes de la organización criminal eran Keith Ranieri, condenado a cadena perpetua por tráfico sexual, posesión de pornografía infantil y extorsión, y la actriz de 'Smallville' Allison Mack, actualmente en arresto domiciliario a la espera de juicio, acusada de reclutar nuevas "esclavas", entre las que se encontraban niñas de hasta 12 años.
India Oxenberg se trasladó a Nueva York, donde operaba Nxvim. Allí se financiaba con toda su herencia los seminarios pertinentes para formar parte del grupo. La joven asistió a alguna charlas junto a su madre Catherine, a quien no le dio muy buena espina lo que predicaban. Sin embargo, sí lograron cautivar a su hija de 20 años. Según el diario The Sun, no fue hasta que se conocieron las malas prácticas que llevaban a cabo con las mujeres y niñas cuando la tía de India, Christina Oxenberg, se enfrascó en una tediosa batalla para liberar a las víctimas, incluida su sobrina. Se alió con un antiguo miembro de la secta, quien se ofreció a colaborar para desenmascararles.
Gracias a los esfuerzos conjuntos y, en especial, la información aportada por la madre de la cautiva, la policía pudo desmantelar la organización, detener a su líder en México y deportarlo a Estados Unidos. La victoria judicial no vino de la mano con la victoria personal, India permanecía leal a Ranieri pese a su captura y no se hablaba con su madre. La joven sí mantenía contacto con su abuela, Isabel de Yugoslavia, quien viajó desde Serbia a Estados Unidos para conseguir que regresara a su sano juicio, de acuerdo con la revista Hola.
Durante este tiempo, India Oxenberg había empezado a trabajar en un restaurante vegano en Nueva York, cuyo chef, Patrick d´Ignazio, jugó un importante papel en su 'desintoxicación'. Ambos comenzaron una relación sentimental y fue el amor lo que logró convencerla de que abandonara definitivamente la secta. Gracias a su familia y su pareja, India Oxenberg logró, afortunadamente, remontar su vida. Por lo que muestran sus redes sociales, la joven ha regresado con su familia a California y además ha anunciado su compromiso con Patrick d´Ignazio.
La madre de India y actriz de 'Dinastía', Catherine Oxenberg, relató un libro titulado 'Cautiva: la cruzada de una madre para rescatar a su hija de una terrorífica secta'. En él detallaba cómo consiguió recabar pruebas y exponerse a un extremo peligro para llevar a Nxvim ante la justicia. De hecho, fueron amenazadas de muerte. Tal como explica en el relato, contrataron a sicarios para asesinarlas. Salvar a su hija también contribuyó a rescatar a muchas otra mujeres bajo los abusos de lo miembros de la secta.
El caso Epstein
Por esta razón, Christina Oxenberg no ha querido quedarse de brazos cruzados ante el caso Epstein y ha decidido ayudar en la medida de la posible a las menores víctimas del financiero. La escritora fue íntima amiga en los años 90 de Guislaine Maxwell, la que fuera pareja y cómplice del millonario estadounidense, por lo que no ha dudado en llamar al FBI para contar todo lo que sabía.
Entre ellas, una conversación de 1997 con Maxwell. "Nunca lo olvidaré. Estábamos solas. Dijo muchas cosas. Todo espeluznante. Poco ortodoxo. Extraño. No podía creer que lo que estaba diciendo fuera real", contó para el Daily Mail. Algunas de las confesiones de Maxwell a la escritora fue que Jeffrey y ella " tenían a todo el mundo grabado ". "Nada curará el trauma. Estas mujeres quedan afectadas para toda su vida, pero al menos deberían recibir dinero", afirmó para el medio británico.