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En septiembre de 2017 la Casa Real Danesa comunicó que el Príncipe Enrique sufría demencia. Su estado se agravó y fue ingresado en enero de 2018 a causa de una neumonía. El 13 de febrero de 2018 moría a los 83 años en el Palacio de Fredensborg, donde fue trasladado para pasar sus últimos momentos.
La Familia Real Danesa sufrió mucho por la pérdida de Enrique de Dinamarca, un hombre controvertido y polémico al que la Reina Margarita amó desde que se conocieron y hasta el último día. Pasaron más de 50 años juntos, fueron padres de dos hijos y abuelos de ocho nietos que no han dejado de echarle de menos ni por un segundo.
En su momento, Margarita de Dinamarca confesó el dolor no ya por la muerte de su marido, sino por la demencia que había sufrido: "Fue una sensación distinta a cuando de repente te quedas sola. No habíamos estado juntos tanto como antes. Empecé a acostumbrarme a hacer las cosas sola ", había dicho en su momento, señalando además que aunque cuesta decir en voz alta y es consciente de que no suena bien, se alegró de que muriera por su bien y por el de ella también.
Sin embargo, había detalles que no se sabían y que ha revelado Birgitta Hillingsø, amiga de la Reina Margarita, para el libro 'Monark og menneske' que ha escrito Thomas Larsen con motivo de los 50 años en el trono de Margarita II, efeméride que llega el 14 de enero de 2022 y que la Casa Real Danesa celebra con grandes fastos.
Estuvo enfermo más tiempo del que se pensaba
" El Príncipe Enrique estuvo enfermo mucho más tiempo del que la gente sabe. Fueron unos años muy duros para ella, y creo que al final se sintió muy sola. Se sabe por personas que han tenido un familiar con demencia que es agotador, pero ella nunca se quejó". También señaló que la muerte de Enrique de Dinamarca terminó siendo un alivio teniendo en cuenta su estado: " Ya no sabía lo que hacía. Me sentía mal por él. Probablemente fue mejor que muriera antes de que estuviera todavía peor. Creo que todos se sintieron aliviados por el bien del Príncipe Enrique", señaló Birgitta Hillingsø.
Así, ha dejado claro no solo el sufrimiento de Enrique de Dinamarca y de toda la Familia Real Danesa, sino que la demencia que padeció se mantuvo en secreto bastante tiempo antes de que se comunicara la enfermedad y solo se dijo cuando los rumores de que algo malo pasaba se hicieron demasiado fuertes.