El nombre de Corinna zu Sayn-Wittgenstein saltó a la actualidad cuando se descubrió que era la acompañante del entonces Jefe del Estado cuando este sufrió un accidente en el que se rompió la cadera cuando disfrutaba de una cacería de elefantes en Botsuana.
Corría abril de 2012, y entonces Corinna y el Rey Juan Carlos se conocían desde hacía 8 años. Cuando se produjo ese encuentro, la alemana no podría ni imaginarse que casi una década después iba a tener una buena cuenta corriente.
La revista Interviú publica en su ejemplar de esta semana que Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de soltera Corinna Larsen, se marchó de España en 2013 con la friolera de 30 millones de euros en su bolsillo conseguidos por su trabajo.
Fortuna legal
Como tantas y tantas fortunas cosechadas en España en las últimas décadas, su construcción no fue ilegal, pero sí poco ética o ilegítima, así que nadie va a reclamar el dinero que se ha embolsado la que fue 'entrañable amiga' del anterior Rey de España. Todo ello procede de comisiones porque su labor como conseguidora y asesora en las operaciones del AVE de Arabia Saudí o el fondo hispano-saudí.
En 2013, Corinna zu-Sayn Wittgenstein se marchó de España cuando su presencia resultaba demasiado incómoda por todos los detalles que se fueron conociendo de sus trabajos y sus relaciones con el Rey Juan Carlos. Sumado a lo que aireó la prensa estuvieron sus entrevistas, lo que provocó que se le ordenara salir de España para no volver. A la alemana no le hizo mucha gracia, aunque no tardó en encontrar acomodo en Mónaco bajo el abrigo de los Príncipes Alberto y Charlene, que han seguido engordando sus ya enormes ahorros.