El padre del Rey Felipe no ha pisado Mallorca, pero no por ello se ha quedado en Madrid.
El Rey Juan Carlos sigue manteniendo compromisos oficiales desde que abdicó en junio de 2014 en favor de su hijo, el Rey Felipe VI. Sin embargo, su vida es ahora más relajada, y aliviado de responsabilidades como Jefe del Estado, hace lo que le place, y más en verano.
El padre del Monarca no pisa la mayor de las Baleares salvo excepciones, como en 2016 cuando viajó a la isla para celebrar el 80 cumpleaños de la Infanta Pilar, que veranea en la urbanización Sol de Mallorca. Ya que estaba, el Rey Juan Carlos aprovechó para cenar en el Flanigan de Puerto Portals con la Reina Sofía, los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor, la Infanta Sofia, la Infanta Elena y Felipe y Victoria de Marichalar.En este 2017 ha considerado que no tenía que pasar por Mallorca, así que ha preferido hacer otros planes. Como señala El Mundo, Juan Carlos de Borbón ha pasado parte de julio en Saint-Tropez, lujosa localidad de la costa azul francesa que suele frecuentar desde su abdicación y en la que sale a navegar y aparece por los rincones más exclusivos.
El Rey Juan Carlos vuelve a las regatas
De allí se marchó a Sanxenxo, donde pasó cinco días llenos de tareas. La causa es que quiere participar en un campeonado del mundo de veleros clásicos que tendrá lugar a finales de septiembre en Toronto, y su barco, el Bribón (comprado por Josep Cusí), está en las Rías Baixas. Allí se encuentra el regatista Pedro Campos, presidente del club náutico de Sanxenxo y excelente escudero para el que fuera Rey de España. Con él se reunirá en Galicia nuevamente cuando acabe la Copa del Rey de Vela de Palma. El final de julio le pilló en Irlanda; mientras sus nietos llegaban a Mallorca, él acudió a la inauguración de una iglesia reformada, la de San Juan Bautista en Clonmellon, localidad situada a poco más de una hora desde Dublín. Estuvo presente porque fue invitado por el banquero Allen de Jesús Sanginés-Krause, y su mujer, grandes amigos de Don Juan Carlos. Con ellos estuvo en el castillo de Killua, situado en el citado lugar irlandés y que Sanginés-Krause ha restaurado, y así pudo pasar unos días estupendos en la mejor compañía.
Antes de que acabe agosto, concretamente los días 19 y 20, el Rey Juan Carlos estará en las Rías Baixas para la regata de San Vicente. Allí, entre jornadas de navegación y buenos amigos aprovechará para practicar, entrenar, cuidarse y disfrutar de la vida a base de mariscadas.