Después de que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía animaran a los deportistas españoles que compiten en los Juegos Olímpicos de París 2024 durante cuatro días, y la Reina Letizia estuviera otro cuatro, fue el turno de Felipe VI. El Rey regresó a París semana y media después de haber estado allí para la ceremonia de apertura y otros actos relacionados, para ser él quien siguiera animando a los deportistas españoles.
Don Felipe aterrizó en París el lunes 5 de agosto de 2024 tras la cena de la que disfrutó la noche anterior y que ofreció la primera imagen de toda la Familia Real en Mallorca tras haber estado separados en los días anteriores. Lo primero que hizo fue visitar la Villa Olímpica para saludar a deportistas, trabajadores y voluntarios. Comió allí con la delegación española y por supuesto se colocó la acreditación, donde aparece muy sonriente y con el pelo oscuro, es decir, sin las canas que ya le acompañan.
Por la tarde fue de competición en competición. Acudió a la semifinal de baloncesto 3x3 femenino entre España y Estados Unidos, terminando 18-16 a favor de las españolas. Después se trasladó al Estadio de Francia para animar al atleta Daniel Arce en la prueba de atletismo de 3.000 metros obstáculos masculino, donde el atleta selló su pase a la final.
Allí se produjo un cónclave royal al coincidir con los Reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, con los que estuvo sentado al lado. También apareció Amalia de Holanda, y finalmente se vio al Gran Duque de Luxemburgo, que al darse cuenta de que estaba Felipe VI, puso cara de alegría y le saludó con mucho afecto. El Monarca y Enrique de Luxemburgo estuvieron charlando durante este cónclave royal que reunió en un momento a tres reyes, un Gran Duque y una princesa heredera.
Amalia de Holanda lo dio todo
De ahí, Don Felipe se fue al Estadio Yves-du-Manoir, donde no pudo dar suerte a la selección de hockey sobre césped femenino, que perdió en cuartos de final ante Bélgica. Tampoco la dio en la final de baloncesto 3x3 femenino entre Alemania y España, donde las alemanas se llevaron la victoria por 17-16. Eso sí, no pudo más que felicitar y sentir un enorme orgullo por Vega Gimeno, Sandra Ygueravide, Gracia Alonso de Armiño y Juana Camilión, que se han llevado la plata.
Y ya que estaba, se quedó a la final de baloncesto 3x3 masculino entre Países Bajos y Francia, donde se sentó con Amalia de Holanda. Ambos royals son de distintas generaciones, pero parecen llevarse muy bien. Les tocó caminar juntos en el 18 cumpleaños de Ingrid Alexandra, estrecharon lazos en el tiempo en el que la Princesa de Orange vivió en Madrid, a lo que Don Felipe ayudó y por lo que le está muy agradecida, y además, se vieron en la Visita de Estado de los Reyes de España a Países Bajos en abril de 2024.
Sus caminos volvieron a encontrarse en París 2024, donde Felipe VI viajó en solitario para animar a sus compatriotas, y la Princesa de Orange hizo lo propio, aunque en su caso por segunda vez. Había estado en los primeros días de competiciones acompañada de sus padres y su hermana Alexia, y ha vuelto ya en solitario y mucho más suelta que cuando estaba con su familia.
La Princesa Amalia lo pasó bien y mal. Se le vio angustiada, nerviosa, o mejor dicho, nerviosísima y viviéndolo como nadie. A su lado, Don Felipe, más relajado al ser un Países Bajos-Francia, estaba más tranquilo e intentaba consolarla cuando los franceses se ponían por delante.
Tras un partido con angustia, ansiedad y un enorme nerviosismo, el resultado fue de 17-16 a favor de los neerlandeses, y por supuesto, la entusiasta Amalia de Holanda estalló en júbilo y se abrazó al Rey de España, que se puso tan contento como ella. Tras pasar un mal rato, todo mereció la pena y Amalia de Holanda estaba eufórica, casi como si hubiera ganado ella la medalla. Por supuesto fue a felicitar a los jugadores neerlandeses, que posaron con la Princesa de Orange luciendo su flamante medalla de oro.