En el caso de Froilán, se sabe que ha ido a Mallorca, pero no hay constancia gráfica que lo acredite. Aunque disfruta de los privilegios de ser el hijo de una Infanta de España, como el tener casa de veraneo en Palma, no tiene la obligación de dejarse ver en público si no lo desea, como ocurre con sus primas Leonor y Sofía, que sí tienen ese deber.
Tampoco se ha dejado ver en la salida que la Familia Real salvo el Rey Juan Carlos, la Infanta Elena e Irene de Grecia realizaron al concierto del violinista Ara Malikian la noche del 1 de agosto. Tanto él como su hermana Victoria fueron los grandes ausentes en este evento en el que podría haberse visto a todos los Borbón y Grecia que disfrutan de sus vacaciones en Marivent.
Donde sí se ha dejado ver Victoria de Marichalar es en las regatas de la Copa del Rey de Vela. Ni fiestas, ni conciertos, sino apoyando la celebración de esta competición que cada agosto llena de embarcaciones la bahía de Palma.
La Infanta Elena vuelve a las regatas
Por un lado, se ha subido a la Somni junto a la Duquesa de Lugo para seguir las regatas, aunque fue la Infanta Elena la que se mostró más interesada en la competición y no dejó de sacar fotos. Por otro lado, ha seguido acompañando a su madre al Náutico para que embarcara, ya que ha querido honrar al Rey Juan Carlos participando este año en la Copa del Rey de Vela al no poder hacerlo él.
De este modo, la Infanta Elena se ha subido al Titia, embarcación que compite en la clase 6M Internacional y que zarpó el martes 31 de julio, un día después que el Aifos 500, el barco en el que compite Felipe VI en la categoría Swan 50. La Duquesa de Lugo ha querido así homenajear al Rey Emérito, que en este 2018 iba a participar en la clase 6M, que había sido invitada. En su caso, la Infanta Elena se ha hecho a la mar el jueves 2 de agosto, volviendo así a la competición marítima tras más de una década ausente.