La Princesa Eugenia de York ha sido, una vez más, víctima de los trolls en las redes sociales. Esta vez ha sido uno de los objetivos de una campaña de desprestigio orquestada en 51 cuentas, 36 páginas, 7 grupos de Facebook y tres perfiles de Instagram los cuales ya han sido desactivados por la propias plataformas. Una de las imágenes que se compartió a través de esta campaña fue un montaje con una imagen de la boda de Eugenia de York con Jack Broksbank en las escaleras de la capilla de San Jorge de Windsor Castle, donde han incluido a un grupo de mendigos.
La intención de este montaje es criticar a Eugenia de York por haber sufragado su boda a cuenta de los contribuyentes: " Más de 250.000 personas no tienen hogar. Al menos 440 de ellas murieron en Reino Unido el año pasado. Entonces la hija de alguien con una fortuna de 60 millones de libras se casa y se pide a los contribuyentes que financien la boda de sus sueños, mientras los bancos de alimentos se saturan y la gente muere en las calles ".
En marzo de 2019 la Casa Real Británica ya advirtió que eliminarían e incluso denunciarían todos los mensajes de odio dirigidos a los miembros de la realeza: " Nos reservamos el derecho a ocultar o borrar comentarios hechos en nuestros canales, así como a bloquear a usuarios que no sigan estas pautas".
Sarah Ferguson, en Alemania para grabar un documental
Más allá del disgusto de la Princesa Eugenia, las York también se llevan algunas alegrías. Aunque la Duquesa de York se divorció hace 23 años del Príncipe Andrés, sigue muy unida a la Familia Real Británica. Ha asistido a las bodas sus sobrinos e incluso ha sido huésped de la Reina Isabel en el Castillo de Balmoral. Ahora, Sarah Ferguson se ha embarcado en una aventura como historiadora Real viajando a Alemania para participar en un documental sobre la Princesa Luisa de Sajonia-Gotha-Altenburgo, madre del Príncipe Alberto, y por tanto antepasada directa de sus dos hijas.
Como informa Daily Mail, Sarah Ferguson entrara en el mausoleo en el que la suegra de la Reina Victoria está enterrada para comprobar si, en contra de su voluntad, está junto a su primer marido, el Duque Ernesto I de Sajonia-Coburgo-Gotha, el padre del Príncipe Alberto. Además, la Duquesa de York investigará la teoría que afirma que el Principe Alberto no es hijo del Duque.