Los escándalos no son ajenos a los Grimaldi, la familia principesca que reina en Mónaco y que acostumbra a acaparar titulares que no siempre son positivos. Uno de los peores llegó por el despido de Claude Palmero, que durante más de dos décadas fue el administrador del millonario patrimonio de Alberto de Mónaco hasta que fue destituido en 2023 al ser acusado de irregularidades. Palmero no se quedó callado y ha ido tirando de la manta.
En ese sentido, Le Monde ha revelado el dinero que reciben los miembros de la familia principesca. De acuerdo con esta información que llegó de las notas de Claude Palmero, la Princesa Charlene recibió 7,5 millones de euros en sus 8 primeros años de matrimonio con el Príncipe Alberto, con el que se casó en 2011. Sin embargo, gastó 15 millones de euros en ese tiempo, es decir, el doble. En esos gastos hay una partida de 1 millón de euros para redecorar su despacho y los 300 euros diarios que paga a su chef personal.
Se presenta a Alberto de Mónaco como a un Jefe de Estado débil y manipulado por las mujeres de su entorno, en particular sus hermanas, la Princesa Carolina y la Princesa Estefanía. El artículo dice de ellas que usan las joyas de la Corona como accesorios de moda personales, es decir, una utilización inapropiada del joyero de la Casa Principesca.
Se acusa además a la Princesa Carolina de haber expulsado a su hermano Alberto de la gestión del castillo de Marchais, una propiedad de los Grimaldi en Francia. De acuerdo con las revelaciones de Palmero, la Princesa de Hannover recibe 900.000 euros anuales, la Princesa Estefanía se lleva 800.000 euros.
Por otro lado, Carolina de Mónaco odiaría a la Princesa Charlene, algo que no ha extrañado mucho debido a que siempre se ha dicho que las cuñadas no se llevan bien. Nada que ver con Estefanía de Mónaco, con la que la Princesa Charlene sí tiene mucho trato. Casualidad o no, se vio a Charlene y Estefanía de Mónaco dándose abrazos y mostrando su complicidad en el Fight Aids Cup match. Asimismo, las informaciones de Palmero indican que la Princesa Charlene no quiere saber nada de Nicole Coste, madre del segundo hijo extramatrimonial de Alberto de Mónaco, y que en su momento, Rainiero III valoró que su hijo Alberto no le sucediera.
En la información se apunta que Alberto de Mónaco destina dinero también a los hijos que tuvo fuera de su matrimonio, algo que de acuerdo con Palmero, habría ocultado a la Princesa Charlene. Esto se apoya en una información de Libération, que señala que el Soberano tenía una cuenta en BNP de la que salía el dinero para sus hijos extramatrimoniales y para Nicole Coste, la madre de uno de ellos.
Jazmin Grace Grimaldi, nacida en 1992 fruto de la breve relación entre el Príncipe Alberto y la estadounidense Tamara Rotolo, fue reconocida como hija natural del Soberano y se ha ocupado económicamente de ella. Alberto II destina 86.000 dólares cada tres meses, lo que supone 344.000 dólares al año. Las notas de Palmero publicadas por Le Monde revelan además que regaló 5.000 dólares a su hija Jazmin cuando cumplió 18 años, y que a los 25 le compró un apartamento en Nueva York valorado en 3 millones de dólares.
Palmero señala además que Alberto II ha pagado un seguro de secuestro y rescate para su hijo Alexandre, su segundo vástago, que tuvo con la exazafata francotogolesa Nicole Coste en 2003. En 2015, Nicole Coste convenció al Príncipe Alberto para que le ayudara con una tienda de moda en Knightsbridge, cuyos gastos eran de un millón de euros al año. A esto se suma que Nicole Coste recibiría 1 millón de euros al año.
Limpieza en Palacio Grimaldi
Palacio Grimaldi señaló a través del abogado de Alberto II, Jean-Michel Darrois, que los gastos y las asignaciones salieron de los fondos privados del Príncipe Soberano, y no del presupuesto palaciego. El propio Príncipe Alberto manifestó su rechazo a las acusaciones del que fuera un estrecho colaborador: "Los ataques que (Palmero) hace contra mí y contra el Estado y sus instituciones muestran su verdadera naturaleza y el poco respeto que tiene por la familia y el principado".
La caída en desgracia de Claude Palmero llegó en 2023, cuando fue despedido por Alberto II como parte de una operación de limpieza en Mónaco. Provocó también la salida de su Jefe de Gabinete, Laurent Anselmi, y no quiso saber nada de su abogado, Thierry Lacoste, al que conocía desde su infancia. Además, se hizo saber que Palacio Grimaldi había presentado una demanda al haber detectado irregularidades en las cuentas. Por su parte, Palmero contraatacó con filtraciones y con demandas por despido improcedente.