Parecía que esta vez sí, pero al final no. Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam comenzaron a salir en 2017 y fueron padres de su primer hijo en común, el segundo para ambos, el 23 de octubre de 2018. El 1 de junio de 2019 se casaron por lo civil en Mónaco, celebrando su boda religiosa en Saint-Rémy-de-Provence el 29 de junio de 2019.
Carole Bouquet y Dimitri Rassam en la premiere de 'Megalópolis' en el Festival de Cannes 2024Lamentablemente, su relación se acabó. En enero de 2024 se publicó que se habían separado, y en febrero de 2024 se fotografió a Carlota Casiraghi con el escritor francés Nicolas Mathieu. En marzo de 2024, Dimitri Rassam fue el gran ausente en el 66 cumpleaños de Alberto de Mónaco, algo lógico teniendo en cuenta que el matrimonio de la amazona y el productor de cine había llegado a su fin.
En mayo de 2024 se celebró el Festival de Cannes, una cita a la que Dimitri Rassam es asiduo como productor de cine. Se dejó ver junto a su madre, la actriz Carole Bouquet, a la premiere de la película 'Megalópolis', donde posaron en la alfombra roja antes de acceder al Palais des Festivals et des Congrès en La Croisette, Cannes.
Carlota Casiraghi en la premiere de 'Marcello Mio' en el Festival de Cannes 2024El productor se quedó varios días por allí y acudió a otras proyecciones, pero no a una que tuvo lugar el martes 21 de mayo de 2024, día en el que se celebró la premiere de 'Marcello Mio'. A ella acudió Carlota Casiraghi, y sea por no coincidir o porque tenía otros planes, no fue Dimitri Rassam.
Un chapuzón en Antibes
Sí se le vio posteriormente disfrutando del sol y del mar en el icónico Hotel du Cap-Eden-Roc de Antibes, donde durante los días que dura el Festival de Cannes se acercan los paparazzi sabiendo que hay una piscina junto al mar en la que siempre se dejan ver algunas de las celebrities que acuden al certamen cinematográfico.
Dimitri Rassam saltando en trampolín al mar en Antibes
Dimitri Rassam tras darse un baño en el mar en AntibesEl productor no dudó en acercarse a este enclave del recinto hotelero, subirse a un trampolín y lanzarse para darse un chapuzón en el mar Mediterráneo. Eso sí, cuando vio que había fotógrafos, porque se nota que se dio cuenta, lógicamente no le hizo mucha gracia.
