El físico de la Princesa Letizia está siempre en el punto de mira. Cuando no es por su vestuario es por su aspecto físico, e incluso los rumores de anorexia sobrevuelan su cabeza con bastante frecuencia. Su peso es una constante en los corrillos televisivos o las columnas de opinión; la última vez por su visita oficial a Chile.
Es más, la Princesa de Asturias tiene muy buen apetito y cuando acude a actos oficiales no hay ningún tipo de restricción y siempre que puede degusta los platos típicos de la ciudad en la que se encuentre.
Las palomitas, la gran debilidad de la Princesa de Asturias
Ahora bien, fuera de esos compromisos oficiales, en Zarzuela se cocina con muy poca grasa y lo que más come son verduras, carnes y pescados a la plancha, aunque también consume fruta, pasta, arroz, pan y, por encima de todo ello, soja.
En cuanto a sus caprichos, su comida favorita son las hamburguesas y su gran debilidad las palomitas, una delicia que degusta cuando se permite hacer un exceso.