Galería: La Familia Real Española en imágenes
De sobra es conocido que la relación entre los miembros de la saga de Borbón y Grecia es complicada. Los Reyes Juan Carlos y Sofía no tienen apenas trato, y entre los hermanos, tan solo la Infanta Elena y la Infanta Cristina cuentan con complicidad, lo que se extiende a sus hijos. El Rey Felipe se lleva bien con la Duquesa de Lugo, pero tampoco son íntimos, mientras que con la Infanta Cristina tuvo que romper totalmente a raíz del Caso Nóos, una lanza clavada en su corazón que le ha provocado un dolor del que jamás podrá recuperarse.
Pilar Eyre sabe mucho sobre los vínculos y desavenencias entre la Familia de Juan Carlos I, y de hecho de ello habló en su columna cuando desveló que la Reina Sofía se había quejado ante unos parientes de que no podía ver a sus nietas pequeñas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Tanta polvareda se levantó que incluso fuentes de La Zarzuela desmintieron que esa conversación hubiera tenido lugar, algo casi inédito, ya que es raro que se confirmen o se nieguen informaciones relacionadas con la vida privada de la Familia Real.
Una situación complicada
El tiempo ha pasado, pero Pilar Eyre no solo mantiene lo que dijo, sino que recuerda otra anécdota todavía peor. En una entrevista con Bekia para hablar sobre su libro 'Carmen la rebelde' que puedes ver en vídeo, la periodista fue más allá y rememoró un hecho vivido por la Reina Sofía cuando sus nietas Leonor y Sofía eran pequeñas.
Cuando las niñas eran pequeñas, un día la Reina Sofía se desplazó desde La Zarzuela a la cercana residencia de los entonces Príncipes de Asturias, que se encuentra a un kilómetro. Quería ver a sus nietas, pues de sobra es conocido que es una abuela muy entregada. Sin embargo, los padres no estaban y la enfermera que las cuidaba no le quería dejar pasar.
"Pero soy su abuela", se lamentó Doña Sofía, a lo que la enfermera le contestó que tenía instrucciones de que no dejara pasar a nadie que no estuviera en la lista que habían dejado Don Felipe y Doña Letizia, y la Reina Sofía no estaba en esa lista. La Reina Sofía sufrió mucho porque ama sobre todo las cosas a sus hijos y a sus nietos.
Al menos, la Reina Sofía puede ver a sus nietas en eventos familiares y en los pocos actos oficiales en los que pueden coincidir. Además, le queda el consuelo de que tiene una relación muy cercana con los hijos de las Infantas Elena y Cristina, que adoran a su abuela.