Los cariñosos 'Grimaldi'
En 2022 mostró que se encontraba perfectamente y deslumbró con un traje largo blanco con el que rompió el protocolo y una pamela negra espectacular. La Princesa de Mónaco ha vuelto al Día Nacional para quedarse y así ha querido dejarlo claro con su look. No derrochó sonrisas en todo momento, aunque sí sonrió en determinados instantes, pero desde luego aquellas estampas anteriores de la Primera Dama con aspecto triste son ya cosa del pasado.
Tras el Te Deum, la Familia Principesca se desplazó al Palacio Grimaldi, donde se pudo apreciar que estaban al completo. Como es habitual debido a su corta edad, los Príncipes Jacques y Gabriella no acuden a la Catedral de Mónaco y se incorporan a los actos ya en la residencia palaciega. Un año más, el Marqués de Baux se ha vestido de uniforme y ha copiado todo lo que hacía su padre. Además, la Condesa de Carladès, pese a lo pequeña que es, ha mostrado su gusto por la moda con un traje rojo con el que hacía juego con el de su tía Estefanía de Mónaco, añadiendo al look un sombrero del mismo color del de su madre.
No faltó Alexandra de Hannover, que no pudo ir con su novio, Ben-Sylvester Strautmann, precisamente por eso, por ser solo novio y no marido o prometido. Las normas Grimaldi son poco estrictas, pero al Día Nacional solo se va en pareja si se está casado. Es por eso que sí fueron juntos Louis Ducruet y Marie Chevallier, mientras que las otras hijas de la Princesa Estefanía, Pauline Ducruet, vestida de su propia marca, y Camille Gottlieb, no fueron en pareja.
Quien más llamó la atención fue precisamente Dimitri Rassam. Aunque se casó con Carlota Casiraghi en 2019, la hija de Carolina de Mónaco no es una habitual en el Día Nacional de Mónaco. A veces va y otras no. Desde que se casó con el hijo de Carole Bouquet solo había acudido en 2021, y lo hizo solo con su hijo mayor, Raphaël Elmaleh, nacido de su relación con Gad Elmaleh. De este modo, la Fiesta Nacional de Mónaco 2022 ha supuesto el debut de Dimitri Rassam, así como de su hijo Balthazar Rassam, nacido en octubre de 2018 y que hasta entonces no había pasado por los actos de celebración.
Fue por tanto un día de reunión y de reencuentros para una familia muy grande y que no toda vive en Mónaco, una jornada en la que también se vio a Gareth y Roisin Wittstock, hermano y cuñada respectivamente de la Princesa Charlene, a quienes acompañaron sus hijas. Charlene de Mónaco está muy unida a su hermano y es habitual que participe en algunos de los actos que tienen lugar en el Principado, incluso en uno tan solemne como este, al que se invita también a la familia de la fallecida Princesa Antoinette, hermana de Rainiero de Mónaco.
Entre tanto reencuentro y alegría hubo momentos para mostrar cariño en público también para la Princesa Gabriella, que al pasar junto a sus padres y su hermano por donde se encontraban las familias de la Princesa de Hannover y de la Princesa Estefanía, se mostró muy cariñosa con Camille Gottlieb, con la que se lleva muy bien. Más espontáneo fue el abrazo que la hija pequeña de Gareth Wittstock dio a su prima Gabriella en el patio del Palacio Grimaldi.
Se entregaron medallas, se escuchó un pasodoble tocado por la orquesta de Carabineros, que en 2022 homenajeó a España, y por supuesto hubo saludos desde los balcones del Palacio Grimaldi, donde todas las miradas se posaron en Alberto y Charlene de Mónaco, juntos con sus dos hijos y haciendo olvidar el Día Nacional de 2021 en el que los mellizos mostraron pancartas en las que decían lo mucho que echaban de menos a su madre.