Una serie de cambios para una coronación diferente
Como señala Daily Mail, la ceremonia de coronación durará poco más de una hora en lugar de las cuatro que duraban antes, como la de Isabel II. Se ha apostado por eliminar algunos de los rituales antiguos que sí se llevaron a cabo aquel 2 de junio de 1953. Todo ello con el deseo de Carlos III de mostrar una monarquía más moderna y adaptada a los tiempos, sin que por otro lado se pierdan la pompa tan propia y que tan bien maneja la Casa Real Británica.
El encargado de supervisar todo es el Duque de Norfolk, que tiene como encargo preparar una coronación más simple que refleje la diversidad de un Reino Unido que ya en nada se parece al de 1953, cuando fue coronada Isabel II. Donde no parece que haya diferencias es en que Carlos III se definirá como Defensor de la Fe en referencia a la confesión anglicana, haciendo valer así su papel como cabeza de esta Iglesia. Años atrás manifestó su deseo de proclamarse como Defensor de la fe, aglutinando otras confesiones. Sin embargo ha preferido mantener esta tradición y decirle las mismas palabras que aquellos que le precedieron. En cuanto al lenguaje, se espera que se adapte también a los tiempos.
El Gold State Coach de 1762 volverá a salir y la unción del Rey se contempla, pero no la presentación de oro al Monarca, una costumbre por la que se le mostraba un lingote de oro. Teniendo en cuenta cómo ha cambiado el mundo y que la coronación de Carlos III llega en un momento complicado con una inflación disparada, este ritual se quedará atrás. Carlos III es un rey que ha llegado al trono con casi tres cuartos de siglo de vida, y aunque tiene claro que la pompa y la tradición deben mantenerse, también es consciente que el modelo de coronación de Isabel II ya no sirve. Ella fue la gran Reina del siglo XX y él quiere ser un Rey del siglo XXI.