La Reina Isabel II se caracteriza por seguir al pie de la letra el protocolo y las tradiciones asociadas con la Monarquía. Sin embargo, la británica sabe que los tiempos cambian, y poco a poco hace determinadas excepciones con los miembros más jóvenes de su familia. De esta manera, en la Navidad de 2019 la Monarca ha invitado al prometido de la Princesa Beatriz de York, Edoardo Mapelli Mozzi, a celebrar las fiestas junto a la Familia Real en Sandrigham.
La pareja celebró unos días antes su fiesta de compromiso, a la que acudieron tanto la madre como la hermana de la novia, pero no el Príncipe Andrés. La pareja no tiene todavía fecha de compromiso, aunque sí se sabe que será en 2020 y que los gastos correrán de financiamiento privado. Además, todo apunta a que su boda no será como la de su hermana Eugenia de York y que la celebración será más discreta por los escándalos de su padre.
Ya hizo la excepción con Meghan Markle
Sea como fuere, la Reina Isabel II ve esta boda como una buena situación para Beatriz de York después de los malos momentos pasados por la polémica en torno a su familia. Por ello, no ha dudado en tener este detalle con ella, aunque anteriormente en las Navidades en Sandringham no estaban admitidas parejas que no estuviesen casadas. Eso sí, esta no sería la primera vez que se llevase a cabo, y es que en 2017 ya lo hizo con Meghan Markle cuando faltaban cinco meses para que se convirtiese en Duquesa de Sussex.
Según cuenta Daily Mail, la invitación de la Reina también se extendió a la Misa de Navidad, donde se pudo ver a Beatriz de York con su prometido en un acto al que suelen acudir solo los familiares más cercanos. De esta manera, Isabel II muestra públicamente su apoyo a este compromiso, que tuvo una polémica debido a que el empresario tiene un hijo de una relación anterior.