Pero ahora que ha visto la luz la biografía de los Sussex, 'Finding Freedom', firmada por Omid Scobie y Carolyn Durand, se ha dado a conocer -entre otras muchas cosas- que esa información no era del todo cierta. Entre sus páginas se puede leer que el Príncipe Harry y Meghan Markle se habían comprometido ya en secreto en agosto de ese mismo año y no en noviembre, como versa el comunicado oficial de aquel momento.
Esta afirmación ha puesto de nuevo encima de la mesa un insignificante gesto de Meghan Markle que podría haber dinamitado el protocolo real de haber cobrado mayor importancia por aquel entonces. Fue concretamente su elección de vestuario para acudir a los Juegos Invictus celebrados en Toronto en el mes de septiembre de ese mismo año.
La camisa del modelo 'marido' en septiembre de 2017
Durante una entrevista a Mishal Husain para la BBC, la por aquel entonces prometida del Príncipe Harry aseguró que la pedida de mano "había sido una sorpresa increíble" y que "fue muy dulce, natural y romántica". El propio nieto de la Reina Isabel II añadió que Meghan Markle ni siquiera le había dejado terminar de hacerle la pregunta cuando empezó a decir: "¿Puedo decir que sí? ¿Puedo decir que sí?".