Fue el 27 de noviembre de 2017 cuando, a través de un escueto comunicado en las redes sociales, se hacía oficial en compromiso entre el Príncipe Harry y la afamada actriz Meghan Markle. Junto a la noticia se confirmaba también que la boda tendría lugar en la primera de 2018 (concretamente tuvo lugar el día 18 de mayo) y que la pareja se había comprometido a comienzos de ese mismo mes en Londres.
Pero ahora que ha visto la luz la biografía de los Sussex, 'Finding Freedom', firmada por Omid Scobie y Carolyn Durand, se ha dado a conocer -entre otras muchas cosas- que esa información no era del todo cierta. Entre sus páginas se puede leer que el Príncipe Harry y Meghan Markle se habían comprometido ya en secreto en agosto de ese mismo año y no en noviembre, como versa el comunicado oficial de aquel momento.
Esta afirmación ha puesto de nuevo encima de la mesa un insignificante gesto de Meghan Markle que podría haber dinamitado el protocolo real de haber cobrado mayor importancia por aquel entonces. Fue concretamente su elección de vestuario para acudir a los Juegos Invictus celebrados en Toronto en el mes de septiembre de ese mismo año.
La camisa del modelo 'marido' en septiembre de 2017
Esta fue la primera aparición pública de la pareja y la por aquel entonces actriz escogió un look sencillo compuesto de una camisa blanca estructurada; unos pantalones pitillo vaquero con un roto en una de las rodillas y los bajos deshilachados; y unos zapatos de salón en color marrón. Y es precisamente la camisa, firmada por su amiga y diseñadora, Misha Nonoo, la que decía más de lo que parecía ya que se trataba del modelo bautizado como 'marido '. Algunos fueron conscientes de ello y esperaban que fuese toda una declaración de intenciones de Meghan Markle aunque, por lo que parece ahora, se trataba más de una confirmación.
Durante una entrevista a Mishal Husain para la BBC, la por aquel entonces prometida del Príncipe Harry aseguró que la pedida de mano " había sido una sorpresa increíble " y que " fue muy dulce, natural y romántica ". El propio nieto de la Reina Isabel II añadió que Meghan Markle ni siquiera le había dejado terminar de hacerle la pregunta cuando empezó a decir: "¿Puedo decir que sí? ¿Puedo decir que sí?".