Será a finales del verano de 2022 cuando el Príncipe Guillermo y la Duquesa de Cambridge digan adiós a Londres y al Palacio de Kensington para pasar a vivir en Adelaide Cottage, una residencia mucho más cercana a la Reina Isabel II y al Castillo de Windsor. Además, su traslado podría afectar a uno de los miembros fundamentales de su familia, su niñera española, María Teresa Turrión Borrallo.
Los Duques de Cambridge, el Príncipe Jorge y María Teresa Turrión Borrallo en el almuerzo navideño en Buckingham Palace 2018Y es que la casa cuenta con un espacio más reducido, algo que va a cambiar el día a día de algunos de los trabajadores más importantes para los Duques de Cambridge y sus hijos, como el chef o la ama de llaves. La falta de dormitorios, ya que la casa tiene solamente cuatro habitaciones, va a afectar a la niñera que lleva cuidando de los hijos de los Duques desde que el Príncipe George tenía ocho meses.
A pesar de ello, la niñera no dejará de lado sus labores habituales ni dejará de trabajar para la Familia Real y sus hijos. Así, continuará con su papel fundamental y lo hará a tiempo completo, aunque, a diferencia de lo que ocurría en el Palacio de Kensington, no habitará ni dormirá en la misma casa que los miembros reales. Sin embargo, no dejará su papel en el cuidado de los tres hijos de los Duques.
El Príncipe Jorge y la Princesa Carlota ven la exhibición aérea por el centenario de la RAFAunque es muy probable que los niños noten una gran diferencia con respecto a lo que ocurría en su anterior lugar de residencia, su niñera seguirá muy presente junto a ellos. Así lo ha hecho también en sus vacaciones, ya que ha viajado con los Duques de Cambridge y sus hijos. Una muestra del pilar fundamental que es para la familia y la plena confianza de la que goza por parte de los Duques.
Su gran formación profesional
María Teresa Turrión Borrallo lleva muchos años a cargo de algunas de las funciones fundamentales para el correcto funcionamiento de la casa. Así, se formó en el Norland College, una escuela que fue fundada en 1892 por Emily Ward y que está considerada como la mejor escuela de niñeras del mundo. Por ello, no es de extrañar que los Duques optaran por una niñera formada en esta escuela, ya que, cada año, suelen salir unas 40 niñeras preparadas para atender a los niños de los miembros de la clase alta.
