Galería: El Príncipe Andrés en imágenes
No sería como cuando el Príncipe Carlos cumplió 70 años porque hay que tener en cuenta que uno es el futuro Rey y el otro es el Duque de York, pero se esperaba una gran fiesta por el 60 cumpleaños del Príncipe Andrés. La Reina quería para su hijo favorito importantes fastos que lamentablemente para ella y para él, no han podido tener lugar para salvaguardar la imagen de una Monarquía desgastada por los escándalos.
Después de que el Duque de York ofreciera una desastrosa entrevista que se estudiará como ejemplo de lo que no hay que hacer, la Corona le obligó a retirarse de los actos oficiales. Isabel II, que ha sido muy laxa con su tercer vástago, canceló las celebraciones de su entrada en la sexta década de la vida. Eso no quiere decir que no hubiera fiesta de cumpleaños, pero fue totalmente deslucida.
Arropado por sus íntimos
El lugar elegido para la celebración fue el más esperable: Royal Lodge. Esta es la residencia privada del Duque de York en Windsor, espacio que comparte con Sarah Ferguson y donde más a gusto se iban a sentir todo el mundo. Hasta allí se desplazaron los pocos invitados que asistieron.
De acuerdo con Tatler, ante las cancelaciones por la caída en desgracia del Príncipe Andrés, la asistente de la Duquesa de York, Jane Clarke, envió una segunda ronda de invitaciones. Lamentablemente, no hubo demasiado éxito y la celebración fue bastante íntima para un miembro de la realeza que cumple una edad tan redonda.
El Royal Lodge fue testigo de cómo los Duques de York recibieron a sus hijas, la Princesa Beatriz y la Princesa Eugenia. También fueron sus yernos, Edoardo Mapelli Mozzi y Jack Brooksbank. Se especula con la presencia de Christopher, hijo de Edo Mapelli, debido a unas fotos publicadas en Daily Mail en el que se ve que hay un niño que sale de Royal Lodge en el mismo coche que Beatriz de York y el empresario de origen italiano. A parte de ellas no hubo más que un puñado de personas cercanas cuya identidad no ha podido ser revelada y que disfrutaron de una celebración privada. Se entiende que si la Reina no estuvo en ese momento, sí organizará algún tipo de celebración privada para su hijo, apartado de la Casa Real, pero no de la Familia Real.
En cuanto a los festejos oficiales, los edificios públicos no enarbolaron la bandera de Reino Unido en su honor y tampoco fue ascendido a Almirante como le correspondería. Debido a su retirada de los actos oficiales, el Príncipe Andrés decidió que no recibiría tal honor hasta que pudiese retomar su agenda institucional como miembro de la Casa Real Británica, si es que alguna vez puede hacerlo.
Eso sí, las campanas de Westminster Abbey de Londres, lugar en el que se casó con Sarah Ferguson el 23 de julio de 1986, sí repicaron en su honor como han hecho siempre. Además, la cuenta de Instagram de la Familia Real Británica no olvidó felicitarle con una foto de bebé y otra actual. Lo más llamativo es que se apeó el tratamiento de Alteza Real con el que sí se habían referido a él en anteriores cumpleaños.