Aunque las Casas Reales no tienen por costumbre entrar en guerras judiciales, los Duques de Sussex tuvieron claro que no se iban a limitar a callar, olvidar y a poner buena cara. Cuando se dieron cuenta que el acoso de determinada prensa no iba a terminar y que el daño causado era enorme, decidieron dar un paso y demandar.
Lo peor para Meghan Markle ha sido ver cómo parte de su familia se ha servido de determinados medios de comunicación para sacar rentabilidad de su parentesco real y para criticarla. Lo hicieron sus hermanos y finalmente lo hizo su padre, lo que provocó un inmenso dolor a la Duquesa de Sussex.
A pesar de que no estaba tan unido a su padre, Tom Markle, como a su madre, Doria Ragland, sí contaba con él para que fuera a su boda con el Príncipe Harry. De hecho él iba a llevarla al altar de la Capilla de St George de Windsor Castle aquel 19 de mayo de 2018. Sin embargo, días antes hubo un escándalo cuando se descubrió que Thomas Markle había pactado un reportaje con un paparazzi. Después, sufrió un infarto y finalmente no fue a la boda.
Todo esto fue el inicio de la guerra entre padre e hija, recrudecida porque Markle recurrió a la prensa para hablar, y no precisamente bien, de la Duquesa de Sussex, aunque le pedía que se reconciliaran vía medios de comunicación. En agosto de 2018 Meghan Markle le envió una carta que su padre vendió a Daily Mail en febrero de 2019. Los Duques de Sussex demandaron a este medio.
Los mensajes de Harry y Meghan
En abril de 2020, cuando llegó el momento del juicio, se han filtrado a E! News los mensajes mantenidos entre Thomas Markle y los Duques de Sussex. El primero data del 14 de mayo de 2018, cuando faltaban cuatro días para la boda y había mucho nerviosismo por el escándalo de las fotos pactadas. El Príncipe Harry cogió el móvil de Meghan Markle para ponerse en contacto con su suegro: "Tom, soy Harry y te voy a llamar ahora mismo. Por favor, cógelo. Gracias". No surtió efecto, porque Tom Markle no cogió el teléfono, así que el benjamín del Príncipe de Gales tuvo que volver a escribir: " No hace falta que te disculpes. Entendemos las circunstancias, pero hacerlo público solo va a hacer que la situación se ponga peor. Si quieres a Meg y quieres hacer las cosas bien, por favor llámame, hay dos opciones que no implican que hables con los medios, que son los que han creado esta situación. Así que por favor llámame para que pueda explicártelo. Meg y yo no estamos enfadados. Solo necesitamos hablar contigo. Cualquier comentario a la prensa explotará. Confía en mí, Tom. Solo queremos ayudarte, como llevamos intentando hacer desde el primer día", añadió el Príncipe Harry
Thomas Markle había sufrido un infarto, pero su hija se enteró por la prensa. Meghan Markle volvió a contactar con su progenitor: "Llevo todo el fin de semana intentando contactar contigo, pero no coges nuestras llamadas ni contestas a nuestros mensajes. Estamos muy preocupados por tu salud y seguridad y hemos tomado todas las medidas posibles para protegerte, pero no estamos seguros de qué más podemos hacer si no respondes. ¿Necesitas ayuda? ¿Podemos volver a enviar al equipo de seguridad? Siento mucho saber que estás en el hospital, pero necesito que te pongas en contacto con nosotros. ¿En qué hospital estás?".
"Harry y yo hemos tomado la decisión de que vamos a enviar al mismo equipo de seguridad que rechazaste este fin de semana para que estén presentes y se aseguren de que estás seguro. Estarán allí a tu disposición tan pronto como los necesites. Por favor, por favor, llama cuando puedas. Todo esto es muy preocupante, pero tu salud es lo más importante ", volvió a escribir Meghan Markle. Su padre terminó contestando que tendría que quedarse unos días en el hospital y que no necesitaba que mandaran a ningún equipo de seguridad. Y así acabó la relación padre e hija.