La Navidad de 2020 fue distinta debido a la pandemia y muchas familias tuvieron imposible reunirse al completo. Con la Familia Real y la Familia del Rey no ha sido distinto, añadiendo además sus peculiaridades con uno de sus miembros exiliado en Abu Dabi y otro en la cárcel.
Siempre acompañada de Irene de Grecia
Doña Sofía tenía dos deseos navideños. Uno de ellos, y el más irrealizable a pesar de que había quien lo barajó, fue que regresara el Rey Juan Carlos. Así lo asegura Carmen Enríquez en La Razón, que defiende que Doña Sofía confiaba en que Juan Carlos de Borbón pudiera regresar para pasar las fiestas navideñas en España y poder verse. Ni Casa Real ni el Gobierno lo permitieron, motivando que el Rey Juan Carlos emitiera una especie de comunicado en el que señalaba que no sería posible regresar debido a la pandemia.
El otro deseo hubiera sido reencontrarse con su querido hermano Constantino de Grecia, al que la Reina Sofía está profundamente unida. Así lo asegura El Español, que señala que quería haber viajado a Grecia junto a su hermana Irene para pasar las fiestas, o parte de ellas, junto a los Reyes Constantino y Ana María y los hijos y nietos de los Reyes de los Helenos que estuvieran allí. Que se sepa, los Reyes de Grecia estuvieron acompañados en Navidad de su hija Theodora de Grecia.
Eso tampoco fue posible, por lo que la Reina Sofía pasó la Navidad con Irene de Grecia. Se les unieron en Nochebuena la Infanta Elena y sus hijos, Froilán y Victoria Federica, mientras que la Infanta Cristina y al menos sus vástagos menores, Miguel e Irene Urdangarin, pasaron en algún momento por La Zarzuela para visitar a Doña Sofía, aunque priorizaron el permiso carcelario de Iñaki Urdangarin. Al final, con la que pasó toda la Navidad fue con Irene de Grecia, su hermana, su amiga, su confidente y la persona en la que siempre puede confiar.