La realidad siempre acaba superando a la ficción y las historias de princesas que se enfrentan a sus malvadas hermanastras se quedan muy cortas al lado de lo que Meghan Markle, Duquesa de Sussex desde el 19 de mayo de 2018, ha tenido que soportar con su familia. La venganza, el rencor y la envidia son sentimientos muy presentes dentro del círculo de personas que comparte sangre con la plebeya que ha conseguido saltar del populacho para meterse de lleno en el Palacio de Buckingham.
En especial, sus hermanos por parte de padre, Tom y Samantha Markle, han venido manchando la imagen de la esposa del Príncipe Harry de Inglaterra de un tiempo a esta parte. Las adicciones de él y las polémicas declaraciones de ella han provocado que Markle se viera obligada a no invitarles a la boda, lo que redundó en más tensiones y enfrentamientos. Pero, ¿cómo han llegado hasta este abismal distanciamiento?, ¿se han llevado siempre así de mal? Esta es la historia de tres hermanos que se han declarado la guerra.
Meghan Markle
Rachel Meghan Markle nació un 4 de agosto de 1981, en la californiana ciudad de Los Ángeles. Su madre es Doria Loyce Ragland y por aquella época trabajaba como maquilladora profesional en rodajes. Así conoció a Thomas Wayne Markle, jefe de iluminación y padre de la Duquesa de Sussex, con quien coincidió en un set durante la grabación de una serie. A pesar de que él ya estaba casado y tenía dos hijos (Tom y Samantha), ninguno de los dos pudo evitar enamorarse y decidieron comenzar a vivir su propia historia de amor. A finales de 1979 decidieron formalizar su amorío contrayendo matrimonio, y solo dos años más tarde alumbraron a su primera y única hija en común: Meghan Markle.
Desde muy pequeña, Markle quiso seguir los pasos de sus padres y formar parte del mundo del espectáculo pero, a diferencia de ellos, su sed de fama le llevó a hacerlo delante de las cámaras. Después de terminar su educación básica en un colegio católico para niñas, en 2003 se graduó por partida doble en teatro y estudios internacionales en la Universidad del Noroeste de Illinois. Un poco antes había iniciado también los estudios formales en interpretación, pero nunca los acabó porque comenzó a intervenir en series de televisión antes de completar la formación. Su debut televisivo llegó en 2002, participando en la exitosa 'Hospital General'. Más tarde consiguió otros papeles pequeños en importantes shows como 'Sin rastro', 'CSI' o 'Castle'. Durante la celebración de una fiesta mientras estaba en la universidad, la nieta política de la Reina Isabel II de Reino Unido grabó una película casera que, más tarde, una de sus amigas hizo llegar a un representante de actores. Esto le valió para que su carrera como intérprete despegara definitivamente y pegara el salto de la pequeña pantalla a las salas de cine. Participó en su primera película en 2005, formando reparto junto a Ashton Kutcher en la comedia romántica 'El amor es lo que tiene'. Aunque fueron varias las superproducciones de Hollywood en las que colaboró, la fama le llegaría de la mano del serial 'Suits', en el que interpreta a la abogada Rachel Zane, un personaje fijo desde la cuarta temporada.
En cuanto a su vida amorosa, mientras su trayectoria profesional crecía a ritmo vertiginoso, conoció a Trevor Engelson, un productor de televisión de segunda. Fueron novios durante seis años y en ese período ambos comenzaron a hacerse notar en la meca del cine. En 2011 pasaron por el altar para darse el 'sí quiero', pero la felicidad les duró poco y su matrimonio acabó en 2013. Al parecer, a Markle se le subió la fama a la cabeza y comenzó a descuidar a su pareja, centrándose únicamente en su trabajo y las nuevas amistades que había hecho gracias a él. Así, la exactriz ni siquiera se molestó en cortar cara a cara con su entonces marido, le mando su anillo de compromiso por correo. Ojalá que no vuelva a utilizar esta fría forma de romper si algún día decide hacerlo con el hijo de Lady Di, a quien conoció en 2016 en Londres después de que una amiga en común les organizara un encuentro en Soho House. La chispa entre ambos surgió enseguida y muy pronto empezaron a recorrer el mundo juntos, paseando por Toronto o acampando bajo el cielo nocturno de Botsuana. "Fue absolutamente fantástico", dijo el Príncipe Harry durante una entrevista para la BBC.
Tan solo un año más tarde, y según relataron ellos mismos, el hermano del Príncipe Guillermo de Inglaterra se lanzó a pedirle matrimonio mientras los dos se encontraban cocinando pollo asado en el Palacio de Kensington, durante una "noche normal y típica" para ellos. El 27 de noviembre de 2017, un comunicado oficial publicado en la cuenta de Twitter de Clarence House confirmaba la noticia de que la pareja se había comprometido y anunciaba que la boda se celebraría en la primavera de 2018. Tanto él como ella han reconocido que su historia de pasión ha progresado de una forma exageradamente veloz, pero alegan que los dos sintieron al verse fue amor a primera vista. El hecho de que me enamorara de Meghan tan increíblemente rápido fue una confirmación para mí de que las estrellas estaban alineadas, todo era perfecto ", dijo el royal.
Samantha Markle
Nacida en 1965, es la mayor de los 3 hijos que tuvo Thomas Markle. Su madre, Roslyn Loveless, fue la primera mujer con la que el exjefe de iluminación se casó. Sus progenitores eligieron para ella el nombre de Yvonne, pero parece que a la californiana no terminó de gustarle y decidió cambiárselo cuando alcanzó la mayoría de edad. Igual que la Duquesa de Sussex, también se vio fascinada por el mundo del espectáculo en que se su padre trabajaba, por lo que decidió probar suerte como actriz, modelo y escritora de guiones. Aunque consiguió algún que otro trabajo en algún corto o película poco conocida, nunca llegó a cosechar el éxito que logró alcanzar su hermana pequeña.
En 2008 fue diagnosticada con esclerosis múltiple, una enfermedad en la que su propio sistema inmunitario ataca a alguna parte de su cuerpo. Esta extraña condición, que afecta a unos 2 millones de personas en el mundo, la llevaron a postrarse en una silla de ruedas. Según ella, esta fue la razón por la que Meghan Markle no la invitó a su primera boda, que se celebró en cota jamaicana. "Fue algo tácito... para una boda en una playa de Jamaica la silla de ruedas hubiera sido un estorbo y la verdad es que no quería cortar la diversión, por así decirlo, así que preferí no convertirlo en un gran problema", dijo Samantha durante una etrevista para el programa australiano 'A Current Affair'.
En cuanto Meghan Markle y el Príncipe Harry hicieron pública su relación, Samantha Grant, su apellido de casada, no tardó en realizar una serie de declaraciones polémicas que le volvieron a costar su asistencia al enlace real. "Tengo que decir que no me lo estoy tomando como algo personal. No soy solo yo, ninguno de la familia ha sido invitado, ni tampoco los de la familia de Doria. Entonces, aunque no lo entendemos, solo podemos desearles lo mejor", declaró durante el reportaje mencionado anteriormente. Lo cierto es que aunque hubiera estado invitada, no habría podido asistir porque dos días antes de que se celebrara el evento, la californiana sufrió un accidente de coche al estilo del de la Princesa Diana de Gales : se estampó contra un bloque de cemento mientras intentaba huir de los paparazzi. Markle se golpeó contra el parabrisas y se torció el pie, por lo que tuvo que ser ingresada en el hospital.
Thomas Markle Junior
De tal palo, tal astilla, y sus hijos no se quedan atrás en cuanto a estilo de vida poco ortodoxo. Tyler, el menor de los dos, se dedica a cultivar y vender marihuana para ganarse la vida y, a pesar de que en Oregón su consumo está legalizado, lo cierto es que aún se sigue generando mucha controversia al rededor de esta planta. Además, el agricultor hizo una llamada pública al marido de su tía, comentando lo mucho que al royal le ha gustado la juerga cuando era más joven. "El Príncipe Harry sabe disfrutar de una buena fiesta. Me gustaría mucho demostrarles, si alguna vez vinieran aquí, todos los beneficios medicinales que tiene la marihuana ", dijo a Daily Mail.
La relación de los hermanos Markle
Existen numerosas discrepancias en cuanto al tiempo durante el que convivieron estos hermanos cuando eran pequeños. Según comentó Samantha Grant, todos ellos cohabitaron en una casa de clase media alta ubicada en Valle de San Fernando, en California, junto a Doria, la madre de Meghan y a Thomas Markle, el padre de los tres. Sin embargo, fuentes cercanas a la familia revelaron a E! News que la mayor del trío fraternal estaba mintiendo: " Como se llevaban 17 años de diferencia, nunca fueron criadas en la misma casa. Meghan fue educada como hija única por sus padres". En cualquier caso, algunas fotografías familiares que se han hecho públicas en los últimos meses sí han demostrado que el contacto era mucho mayor cuando todavía eran anónimos.
El autor del libro 'Meghan: Una princesa de Hollywood", Andrew Morton, confirma entre las páginas de esta biografía que la relación entre las dos hermanas siempre ha sido tensa y bastante negativa. En concreto, recuerda que Samantha nunca aceptó a la nueva mujer de su padre, la madre de Meghan, a la que se refería como " la criada ". Además, cuando Thomas Markle se enteró de que su hija se casaría con el Príncipe Harry, corrió a darle su número de teléfono a su primera descendiente para propiciar un acercamiento entre ambas, pero lejos de esto, acabó provocando la furia de la Duquesa de Sussex. Samantha sería la última persona a la que le pediría consejo. La madre de Meghan, Doria, llamó a su ex marido para echarle la bronca, avisándole de que nunca más volviera a dar el número de teléfono privado de Meghan", recogía el autor de la novela.
A pesar de que la relación de Thomas Jr. y Samantha con su otra hermana se redujo al mínimo a partir del año 2008, ambos han querido sacar tajada de la popularidad que Meghan ha adquirido desde que se anunció su relación con el royal inglés. De hecho, Grant escribió un libro titulado 'El diario de la hermana de la princesa trepa', en el que, como se puede intuir con en el nombre de la novela, no habla nada bien de la Duquesa de Sussex. " Si la familia real supiese cómo Meghan ha tratado a su familia, quedaría horrorizada. Es una trepa que de pequeña ya miraba vídeos de la familia real y soñaba en ser princesa", apuntaba la autora de la novela, dejando caer que Meghan se ha casado por interés y que su boda ha sido el culmen de un plan que llevaba urdiendo desde pequeña.
Del amor al odio
Pero la hija mayor de Thomas Markle cambió rápidamente de opinión. Sedienta de fama y deseosa de tener un sitio reservado en el castillo de Windsor, se retractó de sus palabras para ver si conseguía que su hermana la invitara a la boda. Durante una entrevista para 'Good Morning Britain' aseguró que aquellas palabras nunca salieron de su boca y que fueron una invención de los medios ingleses para acaparar la atención del público. "No creo que puedas ser solamente hermanastra de alguien, o eres hermana o no lo eres. En mi corazón y en la vida real, ella es mi hermana y es absolutamente adorable", dijo Samatha en pleno directo. Sin embargo, tuvo que pasar muy poco tiempo para que la lengua viperina de esta mala de novela volviera a sembrar el pánico en Buckiham Palace, y en cuanto se percató de que no sería una de las asistentes al evento de la década concedió una entrevista a Sky en la que volvió a declararse en guerra con su pariente.
Teniendo en cuenta la mala situación económica del patriarca, a Samantha Grant no le pareció nada bien que la entonces prometida del Príncipe Harry se gastara una cantidad considerable de dinero en el vestido con el que apareció en las fotos oficiales del anuncio del compromiso. "Puede gastar 75.000 dólares en el vestido para las fotos del compromiso matrimonial y no los puede gastar para ayudar al bienestar de nuestro padre. Todo es cuestión de prioridades. Nuestro padre la ayudó a labrarse la carrera de actriz con la que ella ganaba dinero. Cuando él necesitó ayuda, no la obtuvo de ella ", lamentó la californiana durante su intervención. En este contexto, la primera hija de Thomas Markle también decidió cargar contra el Príncipe Harry, llamándolo a traves de Twitter inmaduro e hipócrita por presidir campañas de ayuda humanitaria y estar con una mujer que, según ella, no presta atención a su familia.
Sin embargo, no es Samantha la única protagonista de las pesadillas de Meghan, su otro hermano también intentó enturbiar el día más feliz de la vida de la exactriz. Al parecer, Thomas Markle Jr. pidió ayuda a la Duquesa de Sussex para lidiar con la presión mediática después de que se hiciera pública su relación con el actual Duque de Sussex, pero ella nunca contestó y llegó a afirmar que no conocía mucho a toda "esa gente". Esto, y que tampoco fuera invitado a la boda, molestó tremendamente al mediano y no dudó en volver a redactar otra misiva, dirigida al nieto de Isabel II y con un tono mucho menos amable. "Está claro que Meghan Markle no es la mujer adecuada para ti. Según se va acercando el momento del enlace, está cada vez más claro que es el mayor error en la historia de las bodas reales. Meghan está realizando la mejor actuación de su vida. ¿Qué clase de persona utiliza a su padre y luego se olvida de él, dejándolo tirado en México? ", decía la epístola, junto a otras muchas 'perlas'.
Haciendo alarde de los cambios de parecer tan propios de esta familia, Thomas Jr. volvió a emitir un comunicado pocos días antes de la boda en el que declaraba su arrepentimiento por las palabras escritas en la carta anterior y deseaba toda la felicidad del mundo al matrimonio, recalcando su pesar por no haber sido invitado e insistiendo en que todavía no era tarde para hacerlo. A su exmujer y sus hijos no les importó demasiado eso de ser personas non gratas y se dejaron caer en la capital británica varios días antes de que se produjera el enlace. Se comentaba que acudieron para comentar en primicia la boda en el programa 'Good Morning Britain', pero finalmente no fue así. Estos no fueron los únicos familiares que intentaron lucrarse económicamente de la celebración de uno de los enlaces más mediáticos en lo que se lleva de siglo, sino que el padre de Meghan, con quien asegura mantener una buena relación, también se vio envuelto en un escándalo pocos días antes de que el evento tuviera lugar.
El patriarca pactó con un fotógrafo posar como si estuviera distraído para que éste le hiciera unas fotos y dividirse las ganancias. En las instantáneas, Markle aparecía leyendo una guía de viajes del Reino Unido y unas notas de prensa sobre la boda de su hija, dando a entender que él sí asistiría. Por desgracia para él, otro paparazzí cazó el momento en el que el reportero y el exjefe de iluminación preparaban la toma. En ese momento, la presencia del padre de Meghan en el castillo de Windsor quedó en el aire, pero los problemas de corazón que padecía le obligaron a ser ingresado en el hospital y su propia hija emitió un aviso en el que confirmaba que el hombre no asistiría al enlace por la enfermedad que padecía. De este modo, su madre fue la única familia cercana que pudo ver de cerca cómo su hija se daba el 'sí quiero' con un miembro de la realeza, mientras que sus dos hermanos y su padre lo hacían a través de las pantallas de televisión en las que tanto deseaban aparecer.