FAMILIA REAL BRITÁNICA

La 'operación' para desalojar al Príncipe Andrés del Royal Lodge: un contrato, fin del dinero de Carlos III y filtraciones

La filtración de fotos que evidencian el mal estado de la propiedad, sumado a que Carlos III le ha retirado la asignación, dan poca viabilidad a que el Duque de York siga en el Royal Lodge.

G.A. 04 Noviembre 2024 en Bekia

Galería: El Príncipe Andrés en imágenes

El baile de residencias reales de la Familia Real Británica ocurrido en 2023 tenía como finalidad que el Príncipe Harry y Meghan Markle desalojaran Frogmore Cottage, que el Príncipe Andrés y Sarah Ferguson se mudaran allí, y que por tanto el Royal Lodge quedara libre para que los Príncipes de Gales y sus hijos se trasladaran a esta imponente residencia de Windsor Great Park desde la más modesta, Adelaide Cottage.

Los Duques de Sussex no opusieron resistencia, mientras que el Duque de York se negó reiteradamente a abandonar el Royal Lodge, una residencia de 30 habitaciones en la que la Reina Isabel II pasó mucho tiempo en su infancia y que fue vivienda también de la Reina Madre. El Príncipe Andrés, despojado de casi todo tras su caída en desgracia por el Caso Epstein y todo lo que supuso para él, se aferró a esta casa.

Sin embargo, puede que su tiempo allí termine agotándose viendo el estado en el que se encuentra. Daily Mail ha mostrado unas imágenes de la propiedad con grietas y humedades en las paredes exteriores que se supone que el Duque de York debería reparar. Esto se ha conocido poco después de que se hiciera saber que Carlos III ha eliminado la financiación a su hermano, al que destinaba una asignación anual que se estima en un 1 millón de libras y que recibía sin trabajar, porque desde su retirada de los actos oficiales en noviembre de 2019 no volvió a representar a la Corona, ni volverá a hacerlo nunca.

Como ha revelado Robert Hardman en el libro 'Charles III: New King. New Court. The Inside Story', Carlos III cortó además el pago a la escolta privada del Príncipe Andrés que le estaba costeando después de que tras su caída en desgracia se dejara de pagar su seguridad a cuenta de los contribuyentes. En su momento, el Monarca se apiadó de él y consintió pagarle la seguridad, hasta que ha dicho basta.

El Duque de York firmó un contrato de arrendamiento con el Crown Estate en 2003 durante 75 años. Desde entonces se gastó 7,5 millones en reparaciones, como indicaba el contrato que debía hacer. Además, debía pagar 1000 libras al mes por vivir allí, una cantidad que podía costear perfectamente gracias al dinero que le pasaba su madre primero y su hermano después, aparte de por la fortuna que haya obtenido anteriormente.

Tras conocerse la orden de Carlos III, no parece casualidad que se hayan revelado las imágenes e informaciones que señalan que el Royal Lodge no está en el estado que debería. Bien podría ser una forma de poner en evidencia que el Príncipe Andrés no tiene capacidad para cuidar de tan importante residencia real, y por tanto presionar al Duque de York para que acepte marcharse a la reformada y más pequeña Frogmore Cottage.

Unas reparaciones muy exigentes

En ese sentido, el Express señaló que los costes de reparación del Royal Lodge se estimaron en unos 2 millones de libras, y que se dio al regio inquilino como plazo hasta finales de 2024 para demostrar que tiene los fondos para llevar a cabo las obras. Esas reparaciones deben hacerse por contrato, porque cuando lo firmó en 2003 se comprometió a "reparar, renovar, mantener, limpiar y conservar en buen estado y, cuando sea necesario, reconstruir la casa". Esto incluye pintar el exterior con dos capas de pintura cada 5 años desde 2008, y el interior cada 7 años desde 2010. Eso implica que la parte exterior debió ser retocada en 2023, mientras que en interior debe hacerse a lo largo de 2024.

Los costes del Royal Lodge son de 400.000 libras al año, una cantidad que no parece ya asumible el Duque de York. Por todo ello, parece que está más cerca que nunca de tener que despedirse del Royal Lodge y no irse a la calle precisamente, sino mudarse a Frogmore Cottage, una vivienda más pequeña, pero también más confortable y modernizada.

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