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Magdalena de Suecia es una princesa con enorme fama fuera de su país. A eso ayuda también que ha vivido en dos periodos en Estados Unidos y que tiene una enorme proyección no solo por su belleza y elegancia, sino por su labor en la World Childhood Foundation, entidad creada por Silvia de Suecia para luchar contra la explotación infantil.
Esa proyección puede ser muy positiva, pero también muy negativa. Ese lado malo está ejemplificado en la obsesión que tuvo hacia ella Jeffrey Epstein, el monstruo que montó una red de abusos sexuales en la que se acusa de estar implicado al Príncipe Andrés. Sin embargo, la relación entre Magdalena de Suecia y el millonario no tiene nada que ver con la que unió a Epstein con el hijo de la Reina Isabel.
Se conocieron en una gala benéfica
Como señala el libro 'Sexo, mentiras y dinero sucio de la poderosa élite del mundo' de Ian Halperin, Epstein conoció a la hija menor del Rey Carlos Gustavo de Suecia en una gala benéfica celebrada en Nueva York a la que la Princesa Magdalena acudió para apoyar a su madre, la Reina Silvia, que también estaba presente.
Como es natural, la Princesa Magdalena le saludaría a él como haría con los demás asistentes. Pero para lo que la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland fue un encuentro de cortesía, para Epstein fue mucho más. De acuerdo con el citado libro, se obsesionó con ella: " Conoció a Magdalena y a su madre en un evento solidario y se obsesionó con ella. Decía que era la royal más sexy del mundo. Estaba obsesionado con ella".
La revelación ha resultado muy desagradable para Magdalena de Suecia, que no ha contestado directamente pero sí a través de la Casa Real Sueca, que ha señalado que no hay razón para responder a las revelaciones de Ian Halperin. Si la Princesa Magdalena recuerda ese encuentro, habrá intentado borrarlo para siempre.