El pasado 17 de enero el Duque de Edimburgo sufrió un pequeño accidente de tráfico en los alrededores de Sandringham cuando el Range Rover que conducía colisionó con otro automóvil. A pesar de que el asunto no revistió gravedad, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado en el que informaba de que el marido de Isabel II no había resultado herido en el siniestro.
No obstante, los medios de comunicación han querido conocer más detalles y, para ello, se han acercado hasta Lancashire, donde la Princesa Ana de Inglaterra tenía programada una visita oficial, tal y como ha afirmado Daily Mail. Allí le han preguntado cuál era el estado de salud de su padre y, sobre todo, cómo se encontraba después de que un testigo afirmara que el Duque estaba "temblando" tras el suceso.
"No tengo ni idea. ¿Sabes dónde estoy? En el mismo lugar que tú", estas han sido las declaraciones de la Princesa que, para muchos, han resultado ser un tanto desagradables y desmedidas, pues se trataba tan solo de una pregunta de cortesía acerca de la condición del Duque que, desde luego no merecía semejante contestación.
Una Princesa polémica
Sin embargo, esta no ha sido la única ocasión en la que la hija de la monarca británica y Felipe de Edimburgo ha dejado entrever su complicado carácter, sino que también se lo mostró a la propia Lady Di durante los años que duró el matrimonio con el Príncipe de Gales con numerosos desaires que más tarde la prensa se encargaría de compartir. A pesar de ello, la madre de Peter y Zara Phillips es una de las mejor valoradas de la Familia Real por su amplia dedicación, pues tan solo en 2017 acudió a 540 actos oficiales.