Antes de viajar a Madrid para acudir al funeral de su tía Alicia de Borbón-Parma, la Infanta Cristina pasó un fin de semana de lo más familiar y deportivo en Ginebra, donde se instaló junto a su familia a su vuelta a Washington y desde donde han vivido todo el vendaval por el 'caso Nóos' y el juicio en el que Iñaki Urdangarín ha sido condenado a 6 años y 3 meses de cárcel, mientras que ella quedó absuelta.
Allí recibieron la visita de Ana Urdangarín, su marido Carlos Gui y su hija Carlota para participar todos juntos en la carrera benéfica The Harmony Geneva Marathon for Unicef que cada año se celebra en la ciudad.
Los más pequeños de la casa también participaron en esta carrera popular. Así, Irene Urdangarín, que está a punto de cumplir 12 años, participó en la carrera de tres kilómetros, que acabó en un tiempo de poco más de 15 minutos, según recoge El Español.
La Infanta Cristina y su cuñada, caminando
Por su parte, su padre Iñaki Urdangarín corrió en compañía de su tío y recorrieron los diez kilómetros en un tiempo de 55 minutos y 43 segundos. D iez kilómetros que también recorrieron sus respectivas mujeres pero la versión de ir caminando, completando el recorrido en hora y 46 minutos.