No es que la Familia Real Belga sea la más escandalosa de las dinastías reinantes y no reinantes de Europa, pero desde luego no encarna la discreción más propia de Balduino y Fabiola de Bélgica o incluso de los Reyes Felipe y Matilde. Estas parejas reinantes han tratado de ser discretas, pero no así otro miembro de la Familia Real. Se trata del hermano y padre de estos citados reyes, Alberto de los Belgas, que terminó aceptando que efectivamente es el padre biológico de Delphine Boël tras una larga lucha que culminó con la victoria de la artista.
Después de tanto escándalo por fin se había hecho justicia y además, a la artista se le concedió el tratamiento de Alteza Real y el título de Princesa de Bélgica para ella y para sus hijos y el derecho de utilizar el apellido de la dinastía, Sajonia-Coburgo-Gotha. Además, y a modo de reparación después de tantos años de desprecios, se le dio su lugar en la Familia Real Belga. Primero a nivel privado con encuentros con el Rey Felipe por un lado, y con los Reyes Alberto y Paola por otro. Después, a nivel oficial.
No es que Felipe de los Belgas haya encargado tareas institucionales a su medio hermana, pero sí le ha dado su sitio. El 17 de febrero de 2021 fue invitada junto a su marido, James O'Hare, a presentar sus respetos a los miembros de la Familia Real Belga fallecidos en la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken. Y cinco meses más tarde ha dado un enorme paso al acudir a las celebraciones por el Día Nacional de Bélgica, donde se le ha dado la misma relevancia que al resto de los hermanos del Monarca.
Es costumbre que los actos por el Día Nacional de Bélgica comiencen con un Te Deum en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas y así fue también en 2021. A esta misa acuden los miembros principales de la Familia Real Belga, es decir, los Reyes Felipe y Matilde junto a sus cuatro hijos, la Princesa Isabel, el Príncipe Gabriel, el Príncipe Emmanuel y la Princesa Leonor. Posteriormente ya hay espacio para los demás.
Así, a partir de las 14:00 horas se pudo ver el desfile militar, en el que por cierto participó la Duquesa de Bravante. Desde la tribuna real de la Place des Palais se pudo ver a Delphine de Bélgica, que se estrenaba como Princesa de Bélgica en el Día Nacional junto a su marido, James O'Hare. La escultora quiso tener una aparición con cierto impacto más allá de su mera presencia, y por eso escogió un original look de la firma Erratum.
Esta marca se fabrica en Bélgica con inspiración africana y reivindica subsanar los errores del pasado y revisar la relación entre el país europeo y el continente africano. Eso lleva a recordar los crueles actos cometidos contra la población de El Congo cuando fue gestionada por el Rey Leopoldo II, que manejó este territorio africano como si fuera una propiedad privada entre 1885 y 1908, años de terror para los congoleños. Este despiadado monarca es antepasado directo de Delphine de Bélgica.
Ni rastro de Claire de Bélgica
Y si esta presencia, o mejor dicho doble presencia, causó sensación, también fue llamativa la gran ausencia. En la tribuna real estaban los tres hermanos del Rey, la Princesa Astrid, el Príncipe Laurent y la Princesa Delphine. La primera y la tercera fueron acompañadas de sus maridos, el Príncipe Lorenzo y James O'Hare, respectivamente. Sin embargo, no hubo ni rastro de la Princesa Claire, esposa de Laurent de Bélgica.
Su ausencia es muy significativa porque llega cuando los rumores de ruptura entre Laurent y Claire de Bélgica eran muy fuertes, por lo que el hecho de no haber acudido al Día Nacional evidencia que las habladurías pueden ser ciertas y que el matrimonio del tercer hijo de los Reyes Alberto y Paola de los Belgas puede haber terminado.