Cristina de Borbón tiene una forma de pensar más parecida a la Reina Sofía. Por el contrario, sus costumbres se parecen menos a las del Rey Juan Carlos.
La Familia Real Española, o más concretamente la Familia del Rey, tiene ciertas aficiones compartidas. Otras sin embargo les dividen, como los toros. La Reina Sofía y la Infanta Cristina no quieren saber nada de la tauromaquia, mientras que el Rey Juan Carlos y la Infanta Elena son apasionados seguidores. En el caso de los Reyes Felipe y Letizia, se han puesto más de perfil con este tema.
Lo mismo pasa con la caza. Profundamente animalista, la Reina Sofía aborrece la caza. Sin embargo, Juan Carlos de Borbón y Doña Elena son fanáticos de la cinegética, mientras que Don Felipe y Doña Letizia también se han puesto de perfil. Parece que mientras el Rey Felipe dejó de cazar al ser convencido por Doña Sofía, la Reina Letizia era una apasionada de las armas. Sin embargo, nunca ha quedado claro y lo cierto es que no se ha visto a Doña Letizia cazando.Faltaba por saber qué opinaba la Infanta Cristina. Pilar Eyre ha contado en 'La Pr1mera Pregunta' una anécdota a ese respecto ocurrida cuando Cristina de Borbón se instaló en Barcelona en 1992: "La conozco porque en el año 92 cuando vino a vivir a Barcelona no tenía todavía casa y se alojaba en el Hotel Hesperia, que ahora ya no existe, que por cierto era un hotel donde se encontraba el Rey Juan Carlos con su círculo de amistades", comenzó la periodista.
La confesión de la Infanta Cristina
"Se alojaba en el hotel Hesperia entre otras cosas porque era el único hotel de Barcelona que admitía perros. Ella estaba con sus dos perros y cuando se iba de viaje los perros se quedaban en la habitación, tratados a cuerpo de rey, naturalmente. Por las noches ella iba a pasear por el barrio con sus perros y yo también llevaba al mío. Yo hacía ver que no sabía que era la Infanta Cristina. Iba con dos tíos como dos armarios al lado y con pinganillo, pero yo como si no existieran e intentaba siempre entablar conversación con ella. Amparada en las sombras de la noche yo creo que ella tampoco sabía que yo era periodista", recuerda Pilar Eyre.
"Yo intentaba siempre sonsacarle, pero ella siempre muy callada. Al final ya harta de que no me dijera nada, le pinché y le dije: 'Oye, ¿Estos perros son de caza?' Me dice: '¿Cómo? ¿De caza?' Sí, parecen como de caza porque eran así como de una raza indeterminada. 'Nooo, si yo soy contraria a la caza totalmente. Me horroriza la caza, si soy vegetariana como mi madre'. Yo haciendo ver que no sabía ni quién era su madre, ni nada", finalizó Pilar Eyre. Así es como supo que odia la caza y que además es vegetariana. De esta forma se alejó de las costumbres de su padre y su hermana y se acercó a su madre, que por cierto no es que sea vegetariana, sino que no come carne.