"Hemos estado hablando con ella a lo largo de un año. Pero ella no tiene ningún tipo de control sobre el podcast. No ha cobrado nada por ello. Su versión es parte de la investigación, donde también se incluyen las versiones de otros personajes, incluso gente que es muy crítica con ella", explica Bradley Hope, finalista al premio Pulitzer y cofundador de Project Brazen, uno de los estudios de contenidos que producen este nuevo proyecto que empieza a generar su primeras polémicas.
Porque aunque pueda parece la historia perfecta para la prensa del corazón, las confesiones y acusaciones que hará Larsen a lo largo de la narrativa podrían dar para mucho más, sobre todo en lo que a la material legal se refiere. "Yo estoy fascinado por cómo funcionan las familias reales y la forma en que luchan por el poder. Y lo que descubrí es que la Casa Real española no era tan diferente a la de Arabia Saudita", asegura Brazen: "Apenas estamos comenzando a ver la punta del iceberg (...) Los periodistas de investigación de España pueden pasar fácilmente una década descubriendo cosas nuevas cada semana sobre las formas en que operaba antes la Casa Real, recibiendo y escondiendo dinero".
Y en este escenario está la implicación de Corinna Larsen en la organización de la luna del miel del por aquel entonces Principe Felipe y su esposa Letizia Ortiz. El Rey Emérito le había pedido que se encargará de la organización del que sería el viaje internacional de su hijo y su esposa para evitar que se convirtiera en una auténtica pesadilla para ellos perseguidos por los paparazzi día y noche. Por ello, a través de su sociedad Apollonia Associates, organizó dos itinerarios: el viaje por España y el viaje por extranjero.
El primero de ellos "fue la Luna de miel pública. Luego estaba la de verdad, un viaje impresionante por Jordania, Camboya, Samoa, California, México y Fiji, entre otros países", reconoce. Una segunda luna del miel que supuso poner en marcha toda la maquinaria: "Implicó alquilar un avión, diseñar un itinerario y llevarlos sin ser descubiertos. Presentas un plan de vuelo para después cambiarlo y nadie en la torre puede pegar el chivatazo. En mi oficina solo dos conocían el itinerario. Es un trabajo de siete días 243 horas a la semana".
Cómo comenzó, se desarrolló y terminó su historia de amor
En estos dos primer episodios Corinna Larsen también dará nuevo detalles sobre cómo conoció al Rey Juan Carlos, cómo comenzó su relación y cómo fueron sus años de supuesto noviazgo. "Estábamos locamente enamorados. El término 'amante' no representa lo que fuimos porque en mi corazón, él era mi esposo", dice de su relación: "Me llamaba unas diez veces al día, me enviaba flores y cartas". La Casita es el nombre que ella misma le puso al pabellón ubicado en El Pardo y que el Rey Emérito habría mandado reformar -anteriormente era usado por Franco- para que esta se quedará cuando visitaba España para estar con ella.
Allí tenían lugar las famosas barbacoas con el hijo de Larsen y cuyas fotografías fueron filtradas a la prensa años más tarde. "Era divertido, persistente, pero gracioso. Uno de los mayores seductores de la realeza. A él le encantaba tener una vida normal, fuera de protocolo, hacer barbacoas. Yo soy una mujer que tiene los pies en el suelo. Que le gusta meterse en la cocina y colocar las cosas, poner la mesa... y creo que él no había visto algo así nunca". Un profundo amor que se fue desgastando, principalmente porque Corinna descubrió que no era la única, tal y como le había pedido en sus inicios: "No solo estaba llevando una doble vida, sino una vida quíntuple", y cuya ruptura se precipió tras el accidente que el Emérito sufrió en 2012 en Botsuana durante una cacería de elefante.
Tras esto, el profundo amor se transformó en todo lo contrario para conseguir que la figura de Larsen supusiera algún problema para el Rey Emérito como, con el paso del tiempo, lo supuso: "Si no obedeces estas instrucciones podrías morir en un túnel como la princesa Diana", reconoce ella misma sobre el supuesto espionaje y persecución que sufrió para que devolviese los famosos 65 millones que el Rey Juan Carlos le había 'donado'. "Hay algo de perturbador en él y bastante despiadado (...) Imagina que la persona que dice amar a tus hijos y que dice que eres el amor de su vida te involucra en una investigación criminal (...) El odio que alguien puede sentir hacia ti solo es proporcional al amor y la pasión".