Los motivos de la alemana para interponer su demanda contra el Rey emérito, al que llega a acusar de acoso o espionaje, no convencen a la Corte de Apelaciones de Londres.
La batalla legal de Corinna Larsen contra Juan Carlos I, que se remonta a 2020, no parece tener fin. El proceso ha continuado el martes 8 de noviembre de 2022 en la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales, donde los abogados del Rey emérito han tratado de revertir la decisión inicial que adoptó Matthew Nicklin, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales que denegó la inmunidad soberana al Rey emérito para eludir la demanda interpuesta por la que un día fue su pareja sentimental.Eleanor King, Ingred Simler y Andrew Popplewell son los tres jueces que tenían que escuchar los argumentos de la defensa de la alemana y el que fuera Monarca de España en la Corte de Apelaciones de Londres. Mientras que Thimothy Otty, el abogado de Juan Carlos I, aparentemente contó con el respaldo de los magistrados, al que escucharon con plena atención, no ocurrió lo mismo con James Lewis, el encargado de representar a Corinna Larsen, al que llegaron a poner en un auténtico aprieto. Dudas, preguntas y reproches han provocado que la defensa de la alemana haya quedado, prácticamente, en papel mojado.
Las razones del abogado de la empresaria no fueron suficientes para los tres jueces reunidos en la Corte de Apelaciones, aunque tampoco la documentación aportada. "Este juicio está teniendo un coste elevadísimo para ambas partes, es complejo y ocupa mucho tiempo de la Administración de Justicia. El rigor y la exactitud son importantes", llegó a afirmar la jueza King en uno de los momentos más tensos de la vista, unas palabras que dirigió a la defensa de Corinna Larsen y que hace presagiar un posible revés judicial para la demanda que interpuso contra el Rey Juan Carlos.
La vista en la Corte de Apelaciones de Londres
Corinna Larsen se encuentra en plena grabación de sus controvertidos podcast, en los que está aireando sus intimidades con Juan Carlos de Borbón. Sin embargo, donde no acudió fue a la vista que tuvo lugar en la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales, dejando su representación en manos de su equipo de abogados, con James Lewis al frente. En una primera parte intervinieron los letrados del Rey emérito, que tuvieron que convencer a las tres magistradas que el Monarca conserva su inmunidad soberana, alegando que es una de las seis personas que forman parte de la Familia Real española y que las acciones en su contra pueden perjudicar a Felipe VI, actual Jefe de Estado.Por su parte, los abogados de Larsen trataron de aducir que la inmunidad a la que se trata de acoger el padre del actual Rey de España solo podría aplicarse en el caso de que sus actos tuvieran un interés oficial. Sin embargo, los hechos denunciados por la alemana afirman que "no fueron parte de una operación de Estado sino de una campaña encubierta y personal". De hecho, según desvelaron, el motivo de las amenazas se fundamental en la negativa de devolver los aproximadamente 65 millones de euros que Juan Carlos I le había regalado, así como también el rechazo para retomar su relación sentimental.