Fue a comienzos de 2020 cuando salía a la luz un presunto regalo en calidad de donación del Rey Juan Carlos I a su examiga Corinna Larsen que consistía en nada menos que 65 millones de euros. Por este mismo motivo, desde diciembre de 2018 Larsen se encuentra bajo investigación por la Justicia Suiza y es precisamente a estas declaraciones primeras declaraciones ante el fiscal Yves Bertossa a las que ha tenido acceso el diario El País.
Según la beneficiaria de los millones, el ingreso no había sido "para deshacerse del dinero" sino que consistía en un regalo "por gratitud y por amor" que garantizaría así "su futuro y el de sus hijos", aseguró. Cuando fue preguntada con el motivo de este ingreso, ya que la propia Corinna contaba ya con una cuantiosa fortuna propia, esta aseguró que el Rey Juan Carlos I " era consciente de todo lo que había hecho por él y que había estado muy presente cuando le anunciaron su enfermedad ".
A este hecho, añadió también que " también se sentía culpable por lo que me había pasado en Mónaco ", cuando en 2012 asegura haber sido secuestrada por los servicios secretos españoles en su propio apartamento. Pero sin duda, la propia Corinna Larsen todavía aporta un dato más sobre esta cuantiosa donación: " Pienso que hay una última razón: que tenía todavía esperanza de poder recuperarme ", declaró ella misma.
"Todavía tenía esperanza de poder recuperarme"
Mientras tanto, la Fiscalía del Supremo española sigue esperando a recibir esta misma declaración a través de vías oficiales ya que Corinna Larsen ha recurrido el envío, algo permitido por la Ley. Esto dificulta así que continúe el proceso judicial en España, donde el Rey Juan Carlos I está siendo investigado por indicios de blanqueo de capitales y fraude fiscal por el presunto cobro de comisiones en las obras del AVE a la La Meca en Arabia Suadí.
Junto a Corinna Larsen, el gestor del Rey Emérito, Artuno Fasana; y el abogado Dante Canónica también fueron imputados por el fiscal Bertossa en Suiza. Todo comenzó cuando en 2018 este descubrió a través de su gestor una cuenta del Rey Emérito a nombre de la fundación Panameña Lucum en la banda suiza Mirabaud. Fue a través de esta cuenta cuando, en 2008, se ingresaron un total de 64,8 millones por parte del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí. Posteriormente fue también a través de la misma desde que transfirieron los casi 65 millones objeto de la polémica.