En el comunicado en el que la Casa Real Británica reveló que la Coronación de Carlos III tiene lugar el 6 de mayo de 2023 hubo una alusión a Camilla: "En la ceremonia se verá a Su Majestad el Rey Carlos III coronado junto a la Reina Consorte ". También se dejó claro que aunque se mantendrán ciertas tradiciones, la ceremonia no será igual que las precedentes: "La Coronación reflejará el papel del monarca en la actualidad y mirará hacia el futuro, al mismo tiempo que se arraigará en las tradiciones y la pompa".
El mundo de la tercera década del siglo XXI no se parece en nada al del 2 de junio de 1953, cuando fue coronada Isabel II, y menos al del 12 de mayo de 1937, cuando se coronó Jorge VI. Ese día fue coronada como Reina Consorte su esposa, Isabel, la después conocida como Reina Madre. La Reina Isabel fue coronada con una joya que contiene el diamante Koh-i-Noor de 105 quilates, que llegó a la Corona británica al ser regalada a la Reina Victoria.
Quizás en 1937 no causó controversia, pero en 2023 sí lo hace, por lo que parece que aquella corona no reposará sobre la cabeza de la Reina Camilla el 6 de mayo de 2023. Como señala Daily Mail, existe polémica sobre el diamante Koh-i-Noor porque procede de La India y puede ser reclamado tanto por este país como por Pakistán, Bangladesh y Afganistán: "Los tiempos han cambiado y Su Majestad el Rey es sumamente sensible a estos temas, al igual que sus asesores. Hay serias sensibilidades políticas y un nerviosismo significativo a su alrededor, en particular con respecto a La India ". Sin embargo, hay margen de maniobra porque el diamante puede desmontarse de la corona, o buscar otra para Camilla.
El diamante Koh-i-noor se ajustó para las coronas de las Reinas Alexandra y María, es decir, las anteriores Reinas consortes a la Reina consorte Isabel. Por su parte, la Reina Madre la usó también para la Coronación de su hija, un acto en el que no hubo que buscar corona para el Duque de Edimburgo porque al no ser Rey Consorte no tenía derecho a ser coronado junto a Isabel II.
El polémico diamante parece tener su origen en La India y ha habido varias versiones de cómo llegó a la Familia Real Británica. Si bien se decía que había sido un regalo a la Reina Victoria por parte del sultán otomano, parece haber sido entregado en 1855 por Duleep Singh, último Emperador de los sijs, cuando tenía 10 años. Ese regalo habría sido una concesión solo realizada después de que su madre hubiera sido apresada y el niño se viera obligado a regalarlo.
Reclamaciones internacionales
Este diamante fue una posesión de la Reina Victoria y un objeto de deseo para los citados países, sobre todo por La India. Se considera un símbolo del colonialismo, una imagen que Carlos III no quiere ofrecer. La India ha reclamado el diamante desde su independencia, si bien Reino Unido rechazó devolverlo. De hecho en 2010 David Cameron señaló que la joya se quedaría en su país. Por su parte, el procurador general de la India, Ranjit Kumar, señaló en 2016 que el diamante no había sido robado ni los británicos se lo habían llevado a la fuerza y en 2017 la Corte Suprema de La India rechazó una petición de devolución. Sin embargo, la muerte de Isabel II ha provocado que vuelvan los intentos por recuperar la joya.
Pero no es La India el único país que lo quiere. Voces de Pakistán afirman que el diamante fue extraído de una zona que forma parte de su territorio tras la partición de lo que fue el imperio indio en La India y Pakistán. Se dice que en 1849, después de que
Reino Unido conquistara Punyab, se confiscaron las propiedades del Imperio Sikh, lo que llevó al Koh-i-Noor a la tesorería de la Compañía Británica de las Indias Orientales en Lahore. En 2019, el Ministro de Información de Pakistán, Fawad Chaudhry, pidió la devolución del diamante para que se colocara en el museo de Lahore.