El último Rey de los Helenos no pudo realizar el 'paseíllo' para posar ante los fotógrafos.
A punto de cumplir 78 años, Constantino de Grecia tiene unos problemas de movilidad muy evidentes que no vienen de ayer y que han quedado de manifiesto en las diferentes apariciones públicas en las que ha tomado parte en los últimos meses. El último Rey de los Helenos cada vez camina con más dificultad, hasta el punto que se ha decidido que use una silla de ruedas.
Sucedió este sábado 26 de mayo con motivo de la cena de gala por el 50 cumpleaños de Federico de Dinamarca. A ella acudieron representantes de las Familias Reales de Suecia, Noruega, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Liechtenstein, además de la Familia Real Griega casi al completo, que aunque no reina, acudió por su parentesco cercano con la Familia Real Danesa.El debut royal de sus nietos mayores, Olympia y Constantino Alexios de Grecia, así como el de su sobrino nieto Nicolás de Dinamarca marcó la cena de gala, pero los ojos también se posaron irremediablemente en el Rey de los Helenos. Constantino II no realizó el 'paseíllo' que los miembros del Gotha hacen para posar antes de entrar en el comedor, por lo que hubo quien pensó que podía haber faltado, pero nada más lejos de la realidad. El antiguo Monarca fue junto a la Reina Ana María de Grecia, que nunca se separa de él, aunque fueron directamente al comedor.
Los evidentes problemas de Constantino de Grecia
El motivo de no pasar por el photocall real fue que Constantino de Grecia fue en silla de ruedas, así que se decidió que era mejor no posar. Sin embargo, las redes sociales sí mostraron una imagen del Rey Constantino sentado en una silla de ruedas junto a la Reina Ana María. Pese a ello, el aspecto del hermano de la Reina Sofía es bueno.
Constantino de Grecia, residente en el país en el que nació desde 2013, lleva una temporada acusando unos problemas de salud que han limitado su calidad de vida. El momento más preocupante fue cuando en otoño de 2017 viajó a Ciudad del Cabo para ofrecer el discurso de apertura de la conferencia internacional Round Square. Allí, además de sus trabas para ponerse de pie y avanzar hacia el escenario, no pudo leer el discurso nada más que al principio y al final, por lo que fue su consorte la que tomó los papeles y lo leyó en su nombre.