22 años después de su nacimiento, Pablo Urdangarin se ha convertido en jugador profesional de balonmano, siguiendo los pasos de su padre en este deporte. Milita en el Barça Atlètic, el filial del Barça de balonmano, aunque Carlos Ortega, entrenador del primer equipo, confía mucho en él y suele subirle para disputar algunos partidos.
Con muletas
Así, fue convocado para el partido que enfrentó al Barça con el Blendio Sinfín en el Palau Blaugrana. Allí, el deportista marcó tres goles y realizó un gran partido que lamentablemente se vio truncado cuando pisó mal durante una jugada en la que se cruzó con un rival y se hizo daño, por lo que tuvo que retirarse del encuentro.
El jugador de balonmano se dejó ver con la pierna derecha escayolada hasta la rodilla y apoyándose de unas muletas, una consecuencia de esta mala pisada que le va a mantener apartado de la competición y que le va a hacer pasar su 22 cumpleaños lesionado. Pablo Urdangarin, que quiere llegar a lo más alto en el deporte del que su padre fue una leyenda, espera recuperarse cuanto antes para poder seguir jugando tanto en el filial como en el primer equipo.