El Viaje de Estado de los Reyes Felipe VI y Letizia a Argentina pretende seguir reforzando la asociación estratégica entre ambos países. Aunque las relaciones actuales sean excelentes no deja de tener suma importancia. También resulta ser el primer viaje de Felipe VI al país latinoamericano ya como Rey de España, la última vez lo hizo en 2013 como Príncipe de Asturias. Por tanto, la trascendencia de este acontecimiento requiere una organización extraordinaria.
Una organización que, tras algunos incidentes, puede ser cuestionada. El 24 de marzo, tras aterrizar a las 21:00 horas de la noche en Buenos Aires, Don Felipe y Doña Letizia estuvieron retenidos cerca de una hora dentro de la aeronave, para la cual no se encontraba la escalera correcta por la que Sus Majestades pudieran descender. El Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española resultó ser más grande de lo previsto por los responsables del aeroparque Jorge Newbery.
El tema de la escalera no ha sido el único inconveniente en la llegada de los Reyes a la capital argentina. Según ha comentado la periodista Silvia Mercado, del portal Infobae, el Airbus de la Fuerza Aérea rozó el avión presidencial de Macri. Durante el aterrizaje y las maniobras, "la puntera del ala del avión Real pegó arriba del parabrisas del Tango 04 en las maniobras de posicionamiento", confirmaron fuentes aeronáuticas a la reportera. Ambas aeronaves se están revisando por posibles daños. Es necesario que el Airbus de Sus Majestades esté en condiciones de volar, ya que el 27 de marzo tienen previsto viajar a la ciudad de Córdoba para participar en el VIII Congreso de la Lengua Española.
Mientras que el choque aún está siendo evaluado para conocer el motivo que lo produjo, se piensa que podría haber sido provocado por una mala señalización, el incidente de la escalera ya ha tenido sus consecuencias. Después de lo ocurrido, el jefe de ceremonial de la Cancillería argentina, Marcelo Suárez Salvia, ha presentado su dimisión por considerarse el responsable de que, entre otras cosas, la escalera adecuada estuviera en su lugar. Según fuentes oficiales, desde España se contrató a una empresa para organizar la recepción. Esta empresa a su vez subcontrató a Intercargo, los últimos responsables de que todo funcionase de forma correcta, incluida la escalera. Por ahora, Marcelo Suárez ha presentado su dimisión al ministro Jorge Faurie.
La eterna espera
Pero, además de hacer esperar a Sus Majestades, fuera en la pista se encontraban distintas personalidades que tuvieron que mantenerse en sus puestos mientras se encontraba la escalera. Después de conseguir bajar, Felipe VI y Doña Letizia fueron recibidos con honores por las autoridades, que esperaron de pie en la pista durante todo este tiempo. Entre estas autoridades se encontraban Josep Borrell, el ministro de Asuntos Exteriores español y Jorge Faurie, que goza del mismo cargo en Argentina. Junto a ellos se encontraban Francisco Javier Sandomingo, embajador español en Buenos Aires, y Ramón Puerta, embajador argentino en Madrid.