Desde que los Duques de Sussex anunciaran su decisión de salir de la Familia Real Británica siempre han manifestado su necesidad y su deseo de llevar una vida lo más discreta posible. Algo que están consiguiendo desde que se instalaron en su mansión de Montecito, en Santa Bárbara, junto a su hijo Archie Harrison tras hacerse oficial su salida el 30 de marzo.
El Príncipe Harry y Meghan Markle llevan una vida muy tranquila junto a su pequeño, compaginando su paternidad con el cumplimiento de sus obligaciones profesionales, que se basan principalmente ahora por la pandemia del coronavirus en videollamadas y conferencias telemáticas tratando algunos de los temas que más les preocupan como el medio ambiente, las enfermedades mentales o el bienestar de los más pequeños.
Pero cuando no están trabajando tratan de llevar una vida lo más discreta posible. Tanto es así que muchas veces van de compras y consiguen pasar completamente desapercibidos hasta el punto que el Duque de Sussex fue confundido con el dependiente de una tienda de adornos navideños, cuando un niño le preguntó por un árbol de Navidad.
Los Duques de Sussex pasarán la Navidad en Estados Unidos
Ha sido un empleado de la tienda el que ha desvelado que esta semana los Duques de Sussex habían acudido como cualquier otro ciudadano a comprar su árbol de Navidad y los adornos cuando se produjo la anécdota. Una confusión que seguro hizo reír al matrimonio, además de aportarles tranquilidad al saber que pueden hacer esa vida discreta que tanto han deseado.
Así han empezado a organizar una Navidad que vivirán muy lejos de la Familia Real Británica. En un primer momento, puesto que Meghan Markle tenía una cita judicial a principios de enero en Londres, sí se plantearon pasar las fiestas con la familia del Príncipe, pero finalmente, tras conseguir aplazar ese compromiso varios meses, se quedarán en Estados Unidos.