Los Sussex obtuvieron su ansiada libertad el 31 de marzo de 2020, aunque el acuerdo se revisaba en un año. Se esperaba que si bien no regresaran, no hubieran tenido problema en tener más cercanía y en seguir adelante con sus patrocinios reales. Además, la Reina Isabel había invitado al Príncipe Harry y Meghan Markle y a su hijo Archie a Trooping the Colour, acto con el que se celebra oficialmente su cumpleaños y al que acuden numerosos miembros de la dinastía, sean o no miembros de la Familia Real Británica que sirven a la Corona. La cita es el 12 de junio de 2021, fecha perfecta para estar presentes también en el centenario del Duque de Edimburgo, que cumple un siglo el 10 de junio de 2021. Además, el 1 de julio de 2021 se inaugura la estatua de Lady Di, momento perfecto para mostrar la unión entre el Duque de Cambridge y el Duque de Sussex.
The Sun descubrió un cambio en el certificado de nacimiento del primogénito de los Sussex. El 17 de mayo de 2019 se registró el documento, en el que se refiere a la madre como 'Rachel Meghan, Su Alteza Real la Duquesa de Sussex', mientras que el 6 de junio de 2019 se cambió. Al Duque de Sussex se le añadió 'Príncipe' a Su Alteza Real Henry Charles Albert David Duque de Sussex. Eso pasó desapercibido. El problema es que se eliminó 'Rachel Meghan, Su Alteza Real la Duquesa de Sussex' para pasar a ser 'Su Alteza Real la Duquesa de Sussex'.
La polémica no parecía ser muy grande más allá de las habituales insinuaciones de los tabloides británicos, pero Meghan Markle contestó: "El cambio de nombre en los documentos de 2019 fue dictado por Palacio, no fue solicitado por Meghan Markle ni por el Duque de Sussex". Además, calificaba de ofensivo que se insinuara que hubiera querido que su nombre de pila se eliminara del certificado de nacimiento de su hijo. Ante la acusación directa de la Duquesa de Sussex, la Casa Real Británica tiró de fuentes no oficiales para defenderse. No quedaría bien un comunicado oficial ni nada por el estilo, así que se optó por esas fuentes cercanas que sirven para decir mucho y al mismo tiempo protegen a la Institución porque oficialmente no han dicho nada.
En concreto, esta fuente señaló que el comunicado de Meghan Markle era desafortunado y que planteaba dudas en vez de generar respuestas. Añadió que el cambio en el certificado no fue una orden de Buckingham Palace y que ni la Reina ni su equipo estuvieron detrás, sino que se trató de una decisión tomada por el equipo de los Duques de Sussex. Es de suponer que la respuesta no haya gustado ni al Príncipe Harry ni a Meghan Markle y se ha generado una polémica que se debería haber dejado sin recorrido. El cambio en el certificado no es para tanto, tan solo es seguir el rollo a determinados tabloides que han conseguido generar tensiones entre Buckingham Palace y los Sussex. Una cosa es contestar para defenderse y otra es entrar en un juego que no ha traído nada bueno.
No quiere renunciar a sus honores militares
Pero hay más. Otro conflicto amenaza con destruir la cierta armonía creada. El Duque de Sussex no quiere renunciar a sus honores militares. Como señala The Telegraph, el Príncipe Harry no tiene la menor intención de quedarse sin los títulos militares que considera que se ganó durante su carrera en el ejército. En su momento tuvo que dejarlos vacantes para poder llegar a un acuerdo de salida, pero no desea decir adiós para siempre a algo tan importante para él: "Su trabajo como militar es una de las cosas más importantes para él y por supuesto que quiere conservar esos títulos", señaló una fuente cercana al Duque de Sussex, una fuente de esas que vienen muy bien al que desea filtrar algo y no verse directamente implicado.