Es habitual que se publiquen libros sobre miembros de la realeza. La mayor parte no están autorizados, otros juegan a la ambigüedad, mientras que hay libros que sí cuentan con el beneplácito del protagonista. Así ocurre con ' Kongen forteller ', que se podría traducir como 'El Rey cuenta', escrito por Harald Stanghelle y en el que ha participado Harald de Noruega en 11 conversaciones. Uno de los temas que se tratan es sobre el futuro de la Monarquía en Noruega, representado en el Príncipe Haakon. El Rey Harald habla además sobre la relación que mantiene con su hijo y heredero, con el que destaca su estrecho vínculo. Sobre si la Corona tiene futuro en Noruega, teniendo en cuenta los buenos índices de popularidad de la Familia Real parece que sí, además, hay confianza en la labor de Haakon de Noruega, que no solo desempeña correctamente su trabajo como Príncipe Heredero, sino que ha tenido que ponerse al frente de la Casa Real Noruega al establecerse la regencia por la baja por enfermedad de Harald de Noruega.
Sobre su vínculo con el Príncipe Heredero, el Monarca se deshace en elogios hacia su hijo: " Se ha convertido en un amigo y colaborador. Me pide consejo y yo también se lo pido a él. Nuestra relación se ha vuelto cada vez más estrecha. Es un hombre inteligente". Sobre la sucesión, está convencido de que será un gran Rey de Noruega. Destaca que tiene más confianza en su heredero de la que su padre tenía en él: "Le irá bien cuando llegue el momento. Es bueno saberlo. Creo que mi padre estaba más preocupado de lo que lo estoy yo. Tengo mucha suerte de que sea el Príncipe Haakon el que represente el futuro en Noruega. Ha estado conmigo durante todo mi reinado. Puede coger lo que quiera y cambiar lo que quiera cuando yo ya no esté aqui".
El Rey Harald destaca lo preparado que está su hijo para reinar y lo orgulloso que se siente de él, aunque eso sí, con sus palabras deja claro que no tiene intención de abdicar y salvo sorpresa, Haakon de Noruega comenzará su reinado una vez haya muerto Harald V. No hay tradición de abdicar en Noruega y posiblemente no será el Rey Harald el que la inicie.
Además de hablar sobre su heredero y la sucesión, Harald de Noruega ha comentado otros temas. Ha recordado el infierno que vivió con la Reina Sonia hasta que lograron obtener permiso para casarse. Su padre, el Rey Olav, se negaba a que su heredero contrajera matrimonio con una costurera y no dudó en poner todos los medios para separarles. No fue posible y siguieron juntos y lucharon juntos hasta que lograron contraer matrimonio. La boda tuvo lugar el 29 de agosto de 1968.
Por todo ello, Harald y Sonia de Noruega tuvieron claro que no se opondrían a los matrimonios de sus hijos, y eso que ninguno de ellos fue demasiado adecuado teniendo en cuenta que se trataba de la realeza. Sin embargo, el Rey dio su consentimiento a Haakon de Noruega para que se casara con Mette-Marit Tjessem, una madre soltera de pasado complicado. También se lo otorgó a Marta Luisa de Noruega para que contrajera matrimonio con Ari Behn, un escritor proclive a los escándalos.
En el caso de su nuera, más importante dinásticamente que su yerno debido a que ella está llamada a ser Reina consorte, los Reyes Harald y Sonia no pusieron pegas. Sin embargo, el matrimonio tenía que ser aceptado por el Consejo de Estado. Harald V apoyó sin fisuras a su hijo delante del entonces Primer Ministro, Jens Stoltenberg, que también aceptó la boda. "Muchos de nosotros hemos tenido el privilegio de casarnos por amor. Es un gran regalo y, al mismo tiempo, es un derecho humano poder tomar la decisión más importante de la vida", señaló el Rey Harald en el libro. Tanto tiempo después se puede decir que no se equivocó, o al menos nunca ha dejado de apoyar a la Princesa Mette-Marit, con la que tiene una relación muy cercana.
La muerte de Ari Behn
Harald V no evita en el libro una de las grandes tragedias a las que se ha enfrentado la Familia Real Noruega: el suicidio de Ari Behn. El exmarido de la Princesa Marta Luisa y padre de tres de los cinco nietos del Rey Harald se quitó la vida el día de Navidad de 2019. Nunca se ocultó cómo había muerto su exyerno, y por eso, y ante la magnitud de la desgracia a la que se enfrentaba su familia, decidió incluir lo ocurrido en su discurso de Año Nuevo.
"No tenía ninguna duda de que lo que le había sucedido a Ari Behn debía incluirse en el discurso de Año Nuevo. Cuando su familia decidió ser transparente con el tema, fue algo natural Habría estado mal si no lo hubiera incluido. Sin embargo, fue difícil para mí encontrar las palabras adecuadas porque hablaba del padre de mis nietas", asegura el Monarca.
"Estábamos juntos cuando sucedió. Fue un shock. Estábamos tan sorprendidos, aunque sabíamos que tenía problemas. Es doloroso y lleva mucho tiempo superarlo ", ha reconocido. Además, al pensar en sus nietas, que han perdido a su padre tan pronto, recordó su propia experiencia con la muerte de su madre, Marta de Noruega, nacida princesa de Suecia, que falleció a los 53 años víctima de un cáncer. En aquel momento, Harald de Noruega tenía 17 años Rememora que en aquellos tiempos solo habló con una persona, lo que le alivió en medio de tanto silencio: " Lo tuve que procesar yo solo, no había nadie con quien hablar del tema, solo uno de los buenos amigos de papá me sacó el tema. Él entendió cómo me sentía, de lo contrario no mucha gente hablaba de ello".
En ese sentido, se alegra de que ahora se hable con más naturalidad de la muerte porque siente que eso ayuda a sobrellevar las pérdidas. Además, ha elogiado a su nieta mayor, Maud Angelica Behn, que ofreció un discurso en el funeral de su padre enfocado en la salud mental. "Fue fuerte escucharlo, pero sabía que ella podría hacerlo", señala el Monarca, que reconoce que no sabe si hubiera podido ser tan valiente como lo fue su nieta. La Familia Real Noruega sobrelleva como puede esta pérdida, y una de las cosas que han llevado a cabo para hacerlo es unirse más que nunca. Por ello, intentan pasar el máximo tiempo posible juntos. De ahí salió la idea de pasar unas vacaciones todos juntos a bordo del yate real, lo que les llevó a Lofoten.