Añoranza por su país a pesar de su privilegio
Además, la Princesa también quiso añadir su sentimiento de añoranza por su país y las raíces que allí la habrían formado: "Tengo el privilegio de tener esta vida, pero sí echo de menos a mi familia y amigos en el Sur de África y me pongo triste porque no siempre puedo estar allí para ellos". Estos comentarios no son inesperados, pues es sabido que la sudafricana no se siente del todo cómoda en Mónaco y que la relación con las personas que tiene a su alrededor es complicada, incluida la que sostiene con el Príncipe Alberto.
En la entrevista, la Princesa consorte también se refiere a sus hijos, Jacques y Gabriella, asegurando que son ellos quienes le dan fuerza y comparando su infancia con la que pasó ella: "Es difícil para mí creer que yo era tan solo tres años mayor de lo que ellos son ahora cuando empecé a entrenar para los Juegos Olímpicos. Nadaba 10 kilómetros al día con tan solo ocho años". Para terminar, la Princesa tiene claro qué habrá hecho si no hubiese estado en la Casa Grimaldo: "Es muy sencillo, haría todo lo que estoy haciendo ahora, pero sin el título. Ayudar a la gente y tratar de educar a los demás".