La Reina Sofía abandonó sus vacaciones en Mallorca después de haberse dejado ver en la liberación de Hipatia, una tortuga marina que fue rescatada en aguas de Porto Colom. Su vuelta a Madrid le mantuvo alejada del foco mediático hasta que regresó con motivo del Día Mundial de la Limpieza, que busca acabar con los residuos que principalmente contaminan las playas por la acción humana.
De este modo, Doña Sofía se desplazó a la localidad malagueña de Rincón de la Victoria para recoger plásticos en las playas, concretamente en la Cala del Moral. Así, ha querido volver a mostrar su compromiso con el medio ambiente a través de la Fundación Reina Sofía y del proyecto LIBERA.
No ha sido la única royal que ha participado en tareas de limpieza. La Familia Real Británica suele contar para las iniciativas más llamativas con los Duques de Cambridge, pero no siempre es así. Los Condes de Wessex son uno de los pilares de la Corona, y por eso fueron ellos los encargados de participar en el World Clean Up Day.
Con la tarea no solo de limpiar la playa, sino de concienciar sobre la importancia de proteger el medio ambiente, el Príncipe Eduardo y Sophie Rhys-Jones celebraron el Great British Beach Cleans en Southsea, en el sur de Inglaterra, recogiendo residuos.
Les acompañaron sus dos hijos, Lady Louise y James Mountbatten-Windsor, que aunque no suelen participar en actos públicos, sí han querido estar con sus padres en un acto de tanto simbolismo.
Los cuatro miembros de la Familia Real Británica recorrieron la playa de Southsea con un aparato para coger la basura y bolsas para llevarse los residuos al lugar en el que tienen que estar. Hubo momentos para las bromas, como cuando James Severn utilizó su artilugio para bromear con su hermana acercándole un residuo que había cogido. Seguro que a Lady Louise no le hizo tanta gracia.
El compromiso medioambiental de Jacques y Gabriella
A muchos kilómetros de allí otros royals también recogieron basura, aunque en su caso no lo hicieron en las playas, sino en las calles de Mónaco. El Príncipe Alberto y sus hijos, el Príncipe Jacques y la Princesa Gabriella, abandonaron el Palacio Grimaldi por unas horas para ponerse al servicio de la segunda edición del Día Mundial de la Limpieza en el país mediterráneo.
Se llevaron a cabo cuatro acciones de limpieza en Mónaco y en lugares cercanos que permitieron recoger 210 kilos de residuos. Parte de esa basura fue recogida por Alberto de Mónaco y sus mellizos, que protegidos por mascarilla y guantes se encargaron de mantener limpias las calles del pequeño país. Además, padre e hijos llevaron una camiseta creada para la campaña que lucieron orgullosos mientras seguían las instrucciones de los voluntarios para limpiar las calles de Mónaco.