El motivo del encuentro fue la celebración del 25 aniversario de la embajada nórdica en Berlín. Este complejo se construyó cuando Berlín volvió a ser la capital alemana tras la reunificación de Alemania Oriental y Occidental y las embajadas se trasladaron de Bonn a Berlín. Así, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca comparten complejo diplomático, un ejemplo más de las excelentes relaciones entre los cinco países.
Llamó la atención la presencia de la Princesa Heredera de Noruega, que ha sido tristemente noticia primero por el grave escándalo protagonizado por su hijo Marius, y después por el anuncio de que reinicia el tratamiento contra la fibrosis pulmonar que padece, y que provocará cambios y cancelaciones en su agenda oficial. La Princesa Heredera, que no quiso hablar sobre la situación de su hijo, sí se mostró muy cálida con el Príncipe Heredero, con el que se vio un bonito gesto de complicidad.
Esa noche, Frank-Walter Steinmeier y Elke Büdenbender abrieron el Palacio de Bellevue a sus invitados nórdicos para una cena de gala sin tiaras, pero con mucha elegancia. El motivo de la cena era la visita oficial de los Reyes de Dinamarca y el aniversario de las embajadas, así que estaban todos invitados, pero se le dio mayor relevancia a la presencia de Federico X y Mary. De hecho, los discursos corrieron a cargo del Presidente Federal y del Rey de Dinamarca, que se atrevió con el alemán durante su alocución.
Los Príncipes Gustav y Carina, invitados por Federico X
También esa relevancia se vio a la hora de extender invitaciones. Federico X extendió una a sus queridos primos Gustav y Carina zu Sayn-Wittenstein-Berleburg, con lo que guarda una excelente relación y a los que visita con frecuencia en Alemania, o les invita a las residencias reales en Dinamarca. El hijo de Benedicta de Dinamarca y Richard zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg está a la cabeza de la dinastía, que tiene su sede en Bad-Berleburg, en el estado federal de Renania del Norte-Westfalia.
Alemania es una república y no reconoce los títulos nobiliarios, que sí pueden unirse al nombre. Por ello, la presencia del matrimonio, hasta cierto punto sorprendente, no se debió a su linaje, sino a su parentesco con los Reyes de Dinamarca, que además de primos, son muy buenos amigos.
Por ello, al saber los Reyes Federico y Mary que viajaban a Alemania, solicitaron invitación para los zu Sayn-Wittenstein-Berleburg, que se trasladaron encantados a Berlín para la cena. Asimismo, se pudo comprobar que la Princesa Carina volvió a llevar el vestido que se había puesto el 28 de septiembre de 2024 en la boda de Theodora de Grecia y Matthew Kumar en Atenas.