Los últimos días antes de la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle están resultando muy complicados para la novia, y no porque tenga dudas, se sienta nerviosa o abrumada por el paso que va a dar, sino por los problemas que le están dando sus familiares paternos. Las declaraciones negativas de sus medios hermanos Tom y Samantha Markle le han hecho daño, pero peor ha sido lo de su padre.
Thomas Markle organizó un montaje con un paparazzi para intentar dar buena imagen, o al menos eso dijo Samantha Markle al confesar que fue ella la que lo orquestó todo. Lo más grave fue que sufrió un infarto y ha tenido que ser primero ingresado y después operado, por lo que no puede acudir a la boda.
El comunicado real
Ahora, Meghan Markle ha emitido un comunicado a través de Kensington Palace para anunciar que efectivamente, su padre no estará presente en la boda y por tanto no podrá llevarle al altar como estaba previsto. Además, la futura duquesa real ha matizado que siempre le ha importado su padre, y que está preocupada por su salud.
"Desgraciadamente, mi padre no podrá venir a nuestra boda. Siempre me he preocupado por mi padre y espero que pueda tener el tiempo que necesite para recuperar su salud", ha explicado Meghan Markle en un comunicado enviado por la Casa Real Británica pese a que la estadounidense no será oficialmente parte de ella hasta que dé 'sí, quiero' al Príncipe Harry.
" Me gustaría dar las gracias a todos los que me han ofrecido mensajes de apoyo. Quiero que sepan lo mucho que esperamos compartir nuestro día especial con vosotros el sábado", finaliza Meghan Markle en referencia al apoyo recibido.