Han pasado 100 años desde que terminó la I Guerra Mundial, el conflicto más destructivo de la historia de la humanidad hasta la II Guerra Mundial. El 11 de noviembre de 1918 Alemania aceptó las condiciones del Armisticio, y por ello se celebra en esa fecha el Día del Recuerdo. Debido a que ha pasado un siglo, los actos en los que participa la Familia Real Británica han tenido mayor solemnidad.
La dinastía Windsor no olvida un momento crucial en la Historia, y por eso, además del concierto que se organiza año tras año y la ofrenda floral en el Cenotafio de Whitehall, la Familia Real acudió a una misa ofrecida en la Abadía de Westminster por el centenario del final de la contienda.
La Reina Isabel encabezó la comitiva regia. La Monarca lució en la solapa su broche de amapolas, ya que esta flor es el símbolo de los caídos. Además, se cubrió con un abrigo de color violeta. No faltaron el Príncipe Carlos y Camilla Parker, que curiosamente lució un look del mismo color que la Jefa del Estado.
La Reina, su heredero y la Duquesa de Cornualles rindieron homenaje ante la tumba del soldado desconocido acompañados del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, que estuvo con su esposa, Elke Büdenbender. Horas antes, la Primera Dama de Alemania había presenciado la ofrenda floral compartiendo balcón con Meghan Markle, para la que no hubo espacio en el ventanal en el que salieron la Reina, la Duquesa de Cornualles y la Duquesa de Cambridge.
La vuelta de los Fab Four
El Principe Guillermo estuvo acompañado de Kate Middleton, mientras que el Príncipe Harry se presentó con Meghan Markle. Los Fab Four de la realeza posaron juntos dentro de la Abadía de Westminster e hicieron gala de la buena relación y la complicidad que existe entre ellos.
Asimismo, otros miembros de la dinastía Windsor quisieron estar presentes, como los Duques de Gloucester y los hermanos Kent, el Duque de Kent y el Príncipe Michael de Kent, ambos sin sus respectivas esposas.